En las Grandes Ligas, Los Bravos de Atlanta, anunciaron que estrenarán un nuevo estadio para la campaña del 2017, el cual tendrá capacidad para 42 mil aficionados con un costo de 672 millones de dólares.
La directiva señaló que ya no renovarán el contrato de alquiler del Turner Field, el cual caducará en el 2016, por lo que esperan tener listo su nueva casa para la temporada del 2017, mismo que estará a unos 16 kilómetros del centro de Atlanta.
Los dirigentes del club de los Bravos, John Schuerholz, Mike Plant y Derek Schiller, coincidieron en afirmar que la construcción de la nueva sede de la “tribu” comenzará de inmediato, luego de arreglar todos los documentos necesarios para los permisos y para la organización.
Derek Schiller, vicepresidente ejecutivo de ventas y publicidad del equipo, indicó que la inversión para construir el nuevo estadio será aportada por el club y por las autoridades del condado de Cobb, región donde se encontrará la nueva sede.
Comentaron que la idea de dejar el Turner Field, nació debido a varias razones, como la carencia de un buen sistema de transporte público para llegar y abandonar el estadio, la falta de lugares para estacionamiento y las pocas vías de acceso a las principales carreteras interestatales, entre otros factores.
“Estos grandes problemas son de ahora en el Turner Field, mismos que se agravarán en el futuro, de ahí la necesidad en tener un estadio nuevo que tenga y brinde todas las facilidades y comodidades para nuestros aficionados”, afirmó Schiller.
Los Bravos han tenido como sede el Turner Field, desde la campaña de 1997, un año después de la conclusión de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, evento para el que fue construido, con una capacidad para más de 85 mil personas, todas sentadas.