El obispo de la Diócesis de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera, criticó la posición de los religiosos ante los problemas que padece México, como el de la violencia, y dijo que los sacerdotes y demás integrantes de la jerarquía católica deben ser menos “timoratos ante los gobernantes”.
Vera López, conocido por su activismo para ayudar a los migrantes que cruzan el país con rumbo a Estados Unidos, señaló que cuando la violencia azotó Colombia, “los obispos colombianos se organizaron muy bien” para hacer frente a esa situación generada por el narcotráfico.
En días pasados los obispos de Apatzingán y Zamora, Miguel Patiño y Javier Navarro, respectivamente denunciaron la violencia que padece Michoacán y la penetración del crimen organizado en diversas comunidades donde controlan hasta la venta de tortillas.
El obispo Raúl vera reflexionó sobre la inactividad de la Iglesia Católica en los problemas nacionales: “dónde estamos como Iglesia que tenemos tanta corrupción; nosotros mismos somos los que nos tenemos que preguntar cómo hemos evangelizado, qué hemos hecho, nos hemos quedado encerrados en nuestros templos y no hemos salido a ver la realidad desde hace un rato y cómo se iba descomponiendo”.
Afirmó que para la reunión que tendrán en mayo de 2014 con el Papa Francisco la situación será peor porque el clima de inseguridad se ha recrudecido.
Raúl Vera dio una conferencia de prensa en el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos) para hablar sobre el Tribunal Permanente de los Pueblos y las próximas audiencias que tendrán con los temas: Devastación ambiental y los derechos de los pueblos; Violencia contra el maíz, la soberanía alimentaria y la autonomía; y la Represión a los movimientos sociales.