El chiste autorreferencial vuelto letal forma de autocrítica. Lo que hace realmente cáustica a This is the End, la ópera prima de Seth Rogen y Evan Goldberg, es que durante los 107 minutos que dura la película, todos los chistes tienen como objetivo hacer sorna y burla chacotera hacia los propios comediantes que vemos en pantalla.

 

Siempre interpretándose a sí mismos, o más bien a la imagen y el estereotipo que de ellos se ha (hemos) creado, este grupo de cómicos y actores no tiene empacho alguno en colocarse como víctima de sus propios chistes, dándole esto último carta abierta para al final no dejar títere con cabeza.

 

La trama inicia cuando el bonachón y antes botijas Seth Rogen (ahora a dieta eterna) va al aeropuerto por su amigo, el ingenuo y tranquilo Jay Baruchel, para luego unirse a una fiesta en casa del petulante James Franco. La borrachera se pone buena, toda vez que muchos de sus amigos se encuentran presentes y bastante ebrios/pasoneados: Danny McBride, Michael Cera, Craig Robinson, Christopher Mintz-Plasse, Emma Watson, la sangroncita de Rihanna, que no puede quitarse de encima al atascado de Michael Cera, y Jonah Hill, quien se encuentra algo celoso de la amistad entre Rogen y Baruchel.

 

Pero justo cuando la fiesta está en lo mejor, empieza el siempre inoportuno Apocalipsis: el cielo se abre, caen rayos de luz que elevan a algunos hacia el cielo mientras que otros no corren con la misma suerte, son devorados por el piso que colapsa hacia los infiernos. ¿Qué se puede hacer si en medio de la fiesta comienza el fin del mundo? Por supuesto, seguir la borrachera, tal vez racionar los víveres y verificar que aún haya alcohol suficiente para el resto de… ¿los tiempos?

 

En la tradición de grandes cintas sobre fiestas desbocadas como la hilarante The Party (Blake Edwards, 1968), la brutal Animal House (Landis, 1978) o incluso la más reciente pero ya clásica The Hangover (Phillips, 2009), This is the End (Este es el fin, por su título al español) arremete en primera instancia contra sí misma (la burla constante hacia la posición privilegiada de ellos mismos como actores) como vía de salida para disparar contra todo y contra todos: Hollywood y su star system, las preconcepciones sobre la fama, la amistad, la lealtad y la corrección política imperante en todo el mundo.

 

Por supuesto, esperen toda clase de vulgaridades, chistes escatológicos, diálogos hilarantes, drogas y alcohol, pero nada de ello resulta gratuito (o casi nada, pues); se trata de un instrumento de catarsis que en su honestidad resulta contundente y directo; probablemente una de las mejores comedias emanada de los alumnos de Judd Apatow.

 

Sin los niveles de genialidad como la muy reciente The World’s End (otra pieza de apocalipsis etílico mucho mejor armada y de la cual dimos cuenta en este espacio), Rogen y Goldberg parecieran llegar a conclusiones similares: que el mundo se acabe antes que tener que crecer. Viva la fiesta.

 

This is the End (Dir. Seth Rogen & Evan Goldberg, 2013)

 

3 de 5 estrellas.

Con: Seth Rogen, James Franco, Jay Baruchel, entre otros.