Los astrónomos llamaron la explosión cósmica más grande y más brillante de todos los tiempos “el monstruo”, y si hubiera ocurrido a poca distancia, habría calcinado la Tierra.

 

En abril, los telescopios en órbita captaron este espectáculo pirotécnico al detectar una ráfaga de rayos gamma proveniente de una galaxia distante.El único acontecimiento cósmico de mayor magnitud conocido por los astrónomos es el Big Bang, pero cuando este tuvo lugar no había nadie que diera fe de lo sucedido.

 

“Esta ráfaga fue un acontecimiento cósmico que ocurre una vez en un siglo”, dijo este jueves el astrofísico de la NASA, Paul Hertz, en conferencia de prensa.

 

Sin embargo, la humanidad quedó a salvo debido a que esta explosión ocurrió a 3 mil 700 millones de años luz de distancia de la Tierra. Un año luz equivale a 9.4 billones de kilómetros, por lo que nadie pudo verla a simple vista.

 

Cualquier planeta que fuera alcanzado por una de estas emisiones concentradas de radiación perdería instantáneamente su atmosfera y quedaría calcinado, dijeron los astrónomos.

 

Los científicos podrían detectar señales de advertencia de una inminente ráfaga de rayos gamma procedente del cosmos. Sin embargo, si esa ráfaga de radiación se dirigiera hacia la Tierra nadie podría hacer nada para evitarla.

 

Mediante los telescopios en órbita operados por la NASA se han avistado esas emisiones concentradas de radiación durante más de dos décadas; detectan una cada dos días. Pero esta, la observada el 27 de abril, no tiene precedentes, según cuatro estudios publicados en la revista Science.

 

La energía que captaron los instrumentos de la NASA fue cinco veces mayor que la de su más cercana competidora ocurrida en 1999, afirmó el astrofísico Rob Preece, de la Universidad de Alabama en Huntsville, autor de uno de los estudios.