ROMA. La ciudad italiana de Génova (norte) quedó hoy paralizada por cuarto día consecutivo por una huelga de los trabajadores del transporte público en protesta por la privatización del sector.
Las negociaciones entre los representantes laborales y el alcalde, Marco Doria, fueron interrumpidas bruscamente la víspera, mientras este viernes miles de trabajadores se manifestaron en el centro de la ciudad.
A la ciudad llegó el líder del opositor Movimiento 5 Estrellas, Beppe Grillo, quien expresó su apoyo a la protesta.
“Su lucha representa una señal importante. Es una batalla histórica que debe extenderse a toda Italia. Será una lucha hasta la última gota de sangre, pues está todo en juego”, declaró.
Dijo que “las autopistas, el gas, el transporte y el agua son bienes públicos que nadie tiene derecho de vender a la iniciativa privada”.
Los líderes sindicales anunciaron que el próximo lunes llevarán la protesta a Roma porque en su opinión “el transporte público es un tema nacional”.
“Génova es la chispa de una llama que se extenderá por toda Italia”, amenazó Andrea Gatto, representante del sindicato de transportes.
A esa ciudad, capital de la septentrional región de Liguria, llegaron representantes de los trabajadores de ferrocarriles y tranvías de Roma y de otras urbes para expresar su apoyo a la huelga.