El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, dijo que a pesar de que el país cuenta con la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, esta no es suficiente para erradicar esta conducta contra este sector.
“Hemos logrado en este país la expedición de la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, no obstante ello, no es suficiente la ley en sí misma para lograr eliminar la violencia en contra de la mujer y para garantizarles un acceso a una vida libre de la misma”, manifestó.
Al participar en la inauguración del Seminario internacional una respuesta a la violencia contra las mujeres: La Convención de Belém do Pará , consideró necesario se redoblen esfuerzos desde todos los ámbitos del poder institucional y desde todos los foros de expresión y mecanismo organizados desde la sociedad civil.
“Se requiere de una actitud decidida y enérgica de todas las autoridades, sin excepción, porque de otra manera sería imposible impulsar, no sólo un cambio sino un giro completa que erradique los atavismos culturales que solapan las diversas violencias que se perpetran en contra de la mujer”, dijo.
El ombudsman nacional resaltó que esta convención contribuye a la toma de conciencia en el continente americano de que la consolidación de la democracia y el desarrollo de las naciones necesita erradicar la violencia contra las mujeres y lograr la igualdad de género.
En este sentido, destacó que no puede eregirse una democracia constitucional si el Estado no asume el compromiso de combatir, por todos los medios a su alcance, la violencia en contra de las mujeres.
Plascencia Villanueva agregó que “la impunidad es el principal aliciente para la violencia de género, entre ellas el feminicidio; cada vez que la autoridad es omisa en la prevención o en el castigo a estos delitos, se está alentando con ello a los perpetradores para que puedan seguirlos cometiendo convencidos de que la impunidad los cobija”.
En su oportunidad el secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, resaltó que en los países del continente americano existen tanto leyes como políticas públicas enfocadas en prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra las mujeres.
“Sin embargo a pesar de todos nuestros logros, es necesario decir, que aún tenemos una situación preocupante en materia de violencia contra la mujer en nuestra región, que muestra que esto no es solamente un tema de una suscripción de documentos o aprobación de leyes”, dijo.
Refirió que la violencia contra las niñas y las mujeres es el reflejo de la perpetuidad de situaciones asimétricas del poder, contextos de desigualdad estructural basados en el sexo, en el género o múltiples factores que ponen a este sector a formas de discriminación combinadas con su género, como la edad, la raza y la pobreza.
Por ello, añadió que la defensa del derecho a vivir en un mundo libre de violencia está relacionada con el fortalecimiento de la gobernabilidad democrática, “con la inclusión, la seguridad y la justicia social y con el fortalecimiento del Estado de derecho y la justicia”.