TEHERÁN. Los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) visitarán por primera vez la planta de producción de agua pesada en la central nuclear de Arak, en el centro de Irán, el próximo 8 de diciembre, en un nuevo paso hacia la cooperación con la comunidad internacional tras el acuerdo con potencias por el que suspenderá su programa nuclear a cambio de un alivio de las sanciones.

 

Así lo anunció en Viena el director general del OIEA, Yukiya Amano, en un discurso pronunciado ante el pleno de la Junta de Gobernadores de esta agencia nuclear de Naciones Unidas.

 

El fin de semana pasado, Irán y seis potencias -Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania- alcanzaron un histórico acuerdo en Ginebra por el que la República Islámica suspenderá seis meses su programa nuclear a cambio de un alivio de sanciones internacionales que asfixian su economía.

 

El acceso a la instalación de Arak forma parte de ese pacto. Los detalles de las demás medidas prácticas serán discutidos el 11 de diciembre en Viena, cuando se celebre la próxima reunión técnica entre el OIEA e Irán.

 

Capaz de fabricar plutonio

 

La inspección de la planta de Arak era un punto clave en las negociaciones entre Irán y las potencias del 5+1. La planta está en construcción y, finalmente, no seguirá desarrollándose anunció Amano.

 

La instalación incluiría un reactor capaz de producir plutonio 12 a 18 meses después de empezar a operar. Este elemento puede reemplazar al uranio enriquecido en la fabricación de una bomba atómica.

 

El responsable del OIEA confirmó que su agencia se hará cargo de verificar que las condiciones se cumplen, aunque advirtió que el análisis del coste y el personal necesarios “requerirá algo de tiempo”.

 

Terremoto mata a 7 cerca de una planta nuclear

 

Ayer en Irán, un sismo de 5.6 grados que sacudió el suroeste de la nación persa cerca de la ciudad de Bushehr y causó temor por el estado de la central de Bushehr. Datos oficiales agregan ocho muertos y 59 heridos.

 

Alireza Jorani, gobernador de la provincia de Dashtestan, informó de “casas y postes eléctricos dañados” y añadió que equipos de rescate fueron desplegados en la zona.

 

La central nuclear de Bushehr es considerada la primera construida en Oriente Medio y la segunda instalación nuclear en la región, tras el Centro de Investigación Nuclear del Néguev, en Dimona (Israel).

 

Los países árabes del Golfo Pérsico -Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Omán y Qatar, han mostrado su preocupación en varias ocasiones por la fiabilidad de la central de Bushehr y los riesgos de contaminación radiactiva en caso de accidente o de un gran sismo.

 

La planta, cuya construcción se ha prolongado durante décadas debido a la oposición occidental, fue puesta en funcionamiento en agosto de 2010 y conectada a la red eléctrica nacional de Irán un mes más tarde, a una potencia de unos 60 megavatios.