WASHINGTON. Un juez federal de Estados Unidos determinó que Detroit puede acogerse a la Ley de Bancarrota porque la ciudad “era y es insolvente” y no puede hacer frente al pago de servicios básicos, en una resolución que da luz verde a la mayor quiebra municipal de la historia del país.

 

La ciudad de Detroit, la más poblada del estado de Michigan y cuna de la industria automotriz norteamericana, aprobó a mediados de julio declararse en suspensión de pagos con el objetivo de poder reestructurar su deuda, de más 18 mik millones de dólares, que lo llevó a convertirse en la más grande ciudad estadunidense que se declaraba en bancarrota.

 

El juez Steven W. Rhodes, del Tribunal de Bancarrota de Estados Unidos, resolvió las quejas de sindicatos y pensionistas determinando que Detroit puede acogerse a la bancarrota porque “no puede pagar sus deudas”. La que llegó a ser la cuarta ciudad de Estados Unidos ahora “es insolvente” y “no tiene recursos para proporcionar a sus ciudadanos servicios básicos como policías, bomberos o atención de emergencia” que sólo un tercio de ellas funcionan.

 

Rhodes puso de ejemplo de falta de fondos que en abril de 2013 el 43% de las luces públicas de la ciudad estaban apagadas y la media de respuesta de la Policía pasó de 30 minutos en 2012 a 58 minutos en 2013. “La media nacional es de once minutos”, advirtió.

 

En julio, Kevyn Orr, interventor de emergencia en Detroit, presentó un plan de recortes que incluía las pensiones como parte de la reestructuración, algo que según el juez federal, permite la Constitucuón del estado, sin embargo, dijo que no aprobará recortes automáticos en estos pagos.

 

Rhodes criticó la postura mantenida por ambas partes –autoridades y sindicatos– en las negociaciones sobre la bancarrota, ya que considera que Detroit no ha hablado de “buena fe” con los representantes de los trabajadores y éstos han adoptado una posición poco realista al convertirse en un “muro de piedra”.

 

Tan sólo entre 2000 y 2010, Detroit experimentó una salida de un cuarto de sus habitantes y hoy partes de la ciudad están convertidas en barrios fantasmas.

 

En una conferencia de prensa después del fallo judicial, Kevin Orr exhortó a los sindicatos a que negocien las reformas, aun cuando éstos ya han tramitado una apelación de la decisión del magistrado.

 

Orr dijo que presentará en la primera semana de enero un plan de reorganización financiera y espera que los sindicatos colaboren en las conversaciones con el alcalde electo Mike Duggan.

 

Los representantes de los sindicatos lamentaron el anuncio y dijeron que es “un día triste para el pueblo de Detroit”, según las primeras reacciones recogidas por los medios estadunidenses.