Para agradecerles su apoyo, el presidente Enrique Peña Nieto comió y cenó en Los Pinos con diputados y senadores del PRI y sus aliados, que le ayudaron a pasar la Reforma Energética, quienes estuvieron insisten en que estaba cálido y de muy buen humor. Cuando le dijeron que ya tenían los instrumentos legales y que mucho trabajo había que hacer para enfrentar el desafío, les respondió: “Lo sé, pero todo va a salir bien”. Dicen los que saben que estaba completamente confiado en que lo que prometió, lo cumplirá la reforma.
El jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, se quedó como novia de pueblo con aquello de la Reforma al Distrito Federal. Prometida en su campaña, en el arranque de su gobierno y negociada largamente con el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que lo apoyó, en vísperas de alcanzarla, fue atropellado por la Reforma Energética. Los acuerdos para sacarla, y los desacuerdos con el PRD lo convirtieron en daño colateral, admitió uno de sus más cercanos, Manuel Granados, presidente de la Asamblea de Representantes capitalina. NI modo, para el próximo año, si acaso, porque como dicen en la política, lo que se pospone, se cancela.
Pasada la aprobación de la Reforma Energética, empiezan a salir los calendarios para alcanzar sus beneficios. Al día siguiente que se aprobó, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, admitió que la gasolina, la verdad, no bajará con esa reforma. Y el fin de semana el director de Pemex, Emilio Lozoya, realizó un road show mediático para pedir que nadie se acelere, porque los grandes beneficios, por ejemplo en la producción petrolera, tardarán no menos de dos años. Oséase, las verdades crudas, que se oyen más frías cuando todo ya se cocinó.
Cada vez hay más señales que el SNTE y Nueva Alianza le están dando la vuelta a la hoja de la maestra Elba Esther Gordillo, en el entendido de que tienen que ir juntos como una fuerza complementaria para sobrevivir y salir adelante de un año muy difícil. Por eso, los presidentes del sindicato, Juan Díaz, y del partido, Luis Castro, se reunieron este lunes en el restaurante tradicional de La Hacienda de los Morales, con los líderes de las 59 secciones de maestros y la bancada aliancista en San Lázaro. El pretexto fue el final de año. La lectura política fue totalmente diferente.