WASHINGTON. Las agencias de espionaje estadunidenses no deberían almacenar masivamente los registros de las llamadas telefónicas de los ciudadanos norteamericanos o socavar la seguridad de Internet. Así lo indica el informe elaborado por cinco expertos  a petición de la Casa Blanca, que se pronunciará el 28 de enero al respecto.

 

En un informe de 300 páginas preparado para el presidente Barack Obama, el panel hizo 46 recomendaciones, que incluyen entre las más destacadas: dejar el registro de llamadas de ciudadanos norteamericanos en manos de organismos o empresas independientes y aplicar a los extranjeros las normas que protegen sus ciudadanos del espionaje del gobierno federal.

 

Los expertos reclutados por Obama hacen mención del asunto del espionaje a líderes de países aliados entre los que se encontraba México y explican que la NSA debería tener en cuenta los efectos negativos en las relaciones bilaterales antes de indagar en sus comunicaciones y que sólo debería hacerlo si no encuentra otro modo de acceder a esos datos y únicamente si tiene  indicios de que esconden información que pueda comprometer a la seguridad nacional.

 

Aunque mucho menos radicales que las peticiones de los activistas, el informe hecho por el llamado Grupo de Revisión de Inteligencia y Tecnologías de Comunicaciones, se dio a conocer un día después de la reunión que Obama celebró con las compañías más grandes de Internet de Estados Unidos, quienes le exigieron medidas radicales para reconstruir la confianza pública en la privacidad de las comunicaciones que podrían dañar la economía de EU.

 

El documento establece que deben ser las compañías telefónicas o un consorcio independiente quienes custodien un registro  que incluye hasta un billón de datos de datos de llamadas y que durante cinco años ha estado en poder de la NSA, así como que el gobierno acceda a ella sólo cuando es necesario por cuestiones de seguridad nacional.

 

El reporte también pide una supervisión judicial y legislativa mayor y llama a hacer pública más información sobre los programas de vigilancia.

 

En el informe se recomienda clausurar el acceso subrepticio de la agencia de espionaje a los servidores de las grandes empresas informáticas y prohibir a sus miembros el uso de herramientas dirigidas a penetrar y destruir sistemas informáticos fabricados en EU. Un detalle que había molestado a los fabricantes de software como Google o Microsoft.

 

El documento también propone designar un director civil para la NSA y un responsable distinto para el ala digital de los servicios de inteligencia del Pentágono. Una recomendación que no se ajusta al criterio de Obama, que colocó en 2009 al general Keith Alexander al frente de ambos entes con el objetivo de facilitar su coordinación.

 

La idea inicial era publicar el reporte el 28 de enero, cuando Obama anunciará cuáles de las 46 recomendaciones que contiene el informe serán adoptadas y cuáles no, pero a principios de esta semana un juez federal dio lo que ampliamente ha sido considerado una advertencia a su ejecutivo al considerar altamente probable que uno de los cuestionados programas de espionaje telefónico masivo de la NSA sea inconstitucional.

 

Los autores del informe fueron el subdirector de la CIA Michael Morell, el letrado Cass Sunstein el ex jefe antiterrorista Richard Clarke, el catedrático Geoffrey Stone y el académico Peter Swire.

 

Queda por ver si los legisladores detrás de la Ley de Libertad de EU, la Cámara de Representante y el Senado estarán satisfechos con la propuesta. Mientras tanto, Obama se se comprometió el martes a tomar medidas para refinar las prácticas de espionaje y una vez analizadas buscar legislarlas.