Te escribo el día de hoy, previo a la Navidad, para que tengas tiempo de pensar bien las sorpresas y regalos que nos traerás, pues en este 2013 no te esmeraste mucho en algunas cosas y exageraste en otras.

 

Primero quiero pedirte que me hagas ver sexy pero con clase. Te aclaro esto porque no vaya a ser que mañana, aparezca desnuda en un video sobre una bola de metal o en un escenario toqueteándome a lo Miley Cyrus, eso no se ve bonito y raya en lo vulgar.

 

Preferiría algo más cercano a Rihanna o Lady Gaga pero aclaro, en cuanto a la desnudez, lo que hicieron para revistas fue muy artístico y cuidado. No vayas a pensar que quiero que me saquen moretones como a Riri o parecerme a Gaga en su adicción a la mariguana declarada en Glamour, y el 25 de diciembre xamanezca “pacheca” por tu culpa.

 

Como he visto todo eso es una moda, así como el consumo alcohol, te pido me alejes de los excesos, ya ves que mal año tuvo Amanda Bynes con tantas detenciones, pleitos, fotografías e ingresos a clínicas de rehabilitación, en donde hasta trastorno bipolar le detectaron y, por más que quiera, ya no la aceptan ni siquiera en el Club de los Optimistas.

 

Otro al que no me quiero parecer, te lo suplico, es a Justin Bieber, pues puras malas notas da ese muchacho. Entre que le encuentran drogas y le sacan fotografías dormido, se convierte en grafitero, se hace pipí en un utensilio de limpieza de un restaurante; no respeta monumentos como la Muralla China; trapea con la bandera Argentina; abandona -el muchacho sin alma- a su pobre mono capuchino en Alemania y sus membresías en prostíbulos de Brasil, el joven no tiene remedio.

 

También me puedes dar mucho del carisma que tiene Charlie Sheen, porque ve qué bien le va. Hace lo que quiere, tiene a dos de sus ex esposas peleando por cuidar al fruto de su amor por Charlie, al grado de levantar denuncias penales mientras él prueba las mieles de la vida junto a su reciente novia, la actriz de películas porno y además, es generoso con otras féminas como Lindsay Lohan.

 

De Lindsay, ya que la mencioné, por favor no me traigas nada, pues a pesar de los años, no entiende. Se metió en problemas de robo en casa de sus amigos, ingresa y sale de centros de rehabilitación y siempre está en medio del escándalo. Aunque tuvo una oportunidad de rehacer su historia con Oprah, no la aprovecho, ya ves que hasta golpearon al hermano de París Hilton, dicen que por su culpa.

 

Quiero también los brillos de socialité pero te advierto, no te vayas a pasar y me hagas lo que a Kim Kardashian, quien primero se embarazó para amarrar a Kanye, se sacó fotos desnuda con él presumiendo y luego subió de peso al grado de ya no caber ni en su alma. Aunque ya recuperó la figura, la verdad es que no me interesa ni tantito parecerme a ella.

 

Tampoco nada de Kanye West quien se contagió de soberbia y ahora no hay quién le llegue a los talones, ya ves que hasta por no lo recibirlo en la reunión que solicitó en Louis Vuitton, enloqueció e hizo un llamado para que nadie comprara en sus tiendas, a pesar de estar buscando hacer negocio con ellos.

 

Tampoco quiero ser como Jennifer López ni Marc Anthony, pues ves que se la pasan entre problemas con sus nuevas parejas y demandas por plagio de programas, que los canijos le quitan a sus amigos, eso no se vale.

 

¿Sabes una cosa Santa? Ya lo pensé bien y es mejor que sólo nos traigas a todos salud y alegría, porque de nuestro futuro, nosotros nos encargamos tomando las decisiones que se nos presentan en el camino y así seremos más responsables y no podremos echarte la culpa a ti por ellos, creo que es lo justo.

 

Te deseo al igual que a todos una muy feliz Navidad y trataré de portarme mejor para el año que entra.

 

La Tentación