El gobierno federal comenzó a implementar una estrategia para tratar de impedir que maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) regresen al Distrito Federal, tras su desalojo del Monumento a la Revolución el domingo pasado, donde permanecieron 115 días.
Fuentes del gobierno federal confirmaron que las acciones incluyen detener la salida de camiones, dialogar con los líderes en cada región y exigir a los gobiernos estatales que atiendan las demandas del magisterio.
En particular, se demandó a los gobiernos de los estados como Guerrero, Estado de México, Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Michoacán, principalmente, que presten atención al conflicto magisterial, que negocien con los líderes de cada lugar y diseñen una estrategia para frenar la salida de los maestros de sus estados.
Para evitar el traslado de maestros a la capital del país, en los últimos meses las distintas áreas de inteligencia del gobierno trabajan en identificar a los líderes visibles y los que diseñan las estrategias de operación; además de sus fuentes de financiamiento y su capacidad real de movilización.
Con la información que se tiene actualmente, se comenzó el acercamiento con algunos de los líderes para frenar la movilización al Distrito Federal, también se ordenó supervisar la contratación de autobuses, para identificar la fuente de recursos y tratar de impedir que se les preste el servicio o, incluso, frenar su avance a través de aparentes descomposturas del vehículo o hasta impedir su salida por filtros instalados por parte de las policías estatal o federal.
De acuerdo a la información obtenida por este diario, confirmada por tres fuentes distintas, el objetivo que se ha planteado es impedir que la CNTE se convierta en una fuerza de presión en la Ciudad de México.
Otras fuentes del gobierno del Distrito Federal y de la Secretaría de Gobernación (Segob) confirmaron que la negociación y el operativo que culminó el domingo con el desalojo de los docentes de la Plaza de la República es parte de una estrategia conjunta que busca frenar a la CNTE.
El plan delineado por ambos gobiernos tiene tres objetivos fundamentales: el primero es que los gobernadores atiendan directamente el conflicto a través de mesas de negociación en sus estados; mientras que el segundo considera mantener a la Segob como el canal de comunicación con la Coordinadora.
El tercer objetivo, según las fuentes consultadas, establece que sin caer en provocaciones el Gobierno del Distrito Federal permita al magisterio manifestarse, pero que impida que retome el Zócalo y el Monumento a la Revolución.
De acuerdo con las fuentes continuarán las labores de inteligencia en torno a la movilización de la CNTE, previo a la mega marcha anunciada por el magisterio para el 17 de enero.
Consultado al respecto, el dirigente de la Sección 22, Rubén Núñez, dijo que algunos autobuses de la delegación de Oaxaca fueron detenidos el domingo pasado a pocos kilómetros de la capital del estado.
En cambio, líderes de las secciones de la CNTE de Chiapas, Michoacán y Veracruz dijeron que hasta el momento no han tenido reportes de sus contingentes sobre algún retén en su camino a la capital.
Algunos maestros que permanecen en las inmediaciones de la Plaza de la República tras el desalojo el domingo coinciden en que se han encontrado con retenes de la Policía Federal en su camino al DF, donde se les pide que se identifiquen y cuando presentan credenciales de maestros son retenidos o se les impide que continúen con su ruta.
“En ocasiones tenemos que mentir. Decimos que vamos a una peregrinación a la Basílica de Guadalupe o que somos comerciantes y vamos por mercancía a Tepito, sólo así logramos pasar”, comentó un maestro de la Sección 22 de Oaxaca, quien arribó al campamento la tarde de este lunes.
Otra profesora, también de Oaxaca, y quien vende boletos de autobús para regresar a la entidad, contó que en una ocasión los maestros fueron detenidos en la autopista por la supuesta volcadura de un tráiler, sin embargo, luego de horas de estar varados varios docentes se bajaron de sus camiones y corroboraron que el cajón de dicho vehículo estaba vacío, sin embargo no pudieron pasar y tuvieron que regresar a la capital del estado para tomar su ruta por la carretera libre.
Daniel López, vocero de la Sección 7 de Chiapas, comentó que también los profesores de su entidad han padecido de detenciones y cateos en su camino al DF en varias ocasiones: “incluso hemos hecho hasta 36 horas en un trayecto que normalmente hacemos en 12, por continuos retenes policiales”.
Adán, otro profesor de la sección 22, mencionó que en varias ocasiones cuando sus compañeros se trasladaban de Oaxaca a la Ciudad de México, las autoridades intentaron detenerlos con supuestos deslaves o cierres de carreteras, pero sin lograr persuadirlos de que continuaran su camino.
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