La explosión registrada el lunes en San Martín Texmelucan, Puebla, que le costó la vida a un policía auxiliar, es la segunda que se presenta en el estado en los últimos días.
A pesar de que el explosivo mató al agente, lo lanzó a 10 metros, destrozó la batea de una camioneta y dañó vidrios de seis viviendas, el secretario de Seguridad Pública de Puebla, Facundo Rosas Rosas, aseguró que se trató de un artefacto “común”, similar a una “paloma”.
El 27 de diciembre, un artefacto de fabricación casera hizo pedazos una caseta telefónica en la capital, esparciendo los restos en un radio de aproximadamente 15 metros.
La Procuraduría General de la República (PGR), a través de su delegación estatal, tomó conocimiento ayer de la detonación ocurrida el lunes en el municipio de San Martín Texmelucan. Al lugar también llegaron elementos de la Policía Federal y de la 25 Zona Militar para resguardarlo.
Fuentes federales indicaron a este diario que la observación en el lugar de los hechos permite presumir que pudo haberse usado algún artefacto fabricado con pólvora y de una potencia de daño considerable.
La explosión de dicho paquete ocasionó que el cuerpo del policía auxiliar Cristian Hernández Arroyo, saliera proyectado varios metros y también causó daños a cristales en algunas viviendas.
Una de las líneas de investigación apunta a una posible venganza, esto por las extorsiones y amenazas de muerte que recibía la persona para la que fue dirigido el paquete que contenía el explosivo y que se dedicaba a prestar dinero. Fue ella quien solicitó el apoyo de la policía al sospechar que le habían mandado una bomba.
Por otra parte, el titular de la SSP estatal, Facundo Rosas, afirmó: “Estamos hablando de una fabricación casera, casi casi estaríamos hablando de una paloma, de estos explosivos comunes”.
Justificó que el paquete tuvo los alcances ya conocidos debido a que el uniformado que perdió la vida en el lugar lo manipuló sin tener conocimientos técnicos.