JERUSALÉN. El estado de salud del ex primer ministro israelí Ariel Sharon, de 85 años, ha empeorado de forma “dramática” en las últimas horas y la familia se encuentra a su alrededor en todo momento en previsión de que fallezca, informó hoy la edición electrónica del diario Yediot Aharonot.

 

Hoy ha experimentado un agravamiento considerable”, asegura el diario, que cita a fuentes anónimas del hospital Tel Hashomer, donde el ex mandatario israelí está ingresado desde hace ocho años.

 

El diario calificó su condición de “terminal“, a pesar que desde el lunes el hospital no ha dado un parte oficial.

 

Zeev Rotstein, director del hospital, advirtió entonces de que su situación no había mejorado y que el riesgo para su vida había “incluso aumentado”. Desde el 1 de enero los médicos describen oficialmente su estado como “crítico” debido a una insuficiencia renal que afecta a otros órganos vitales.

 

Sharon, uno de los personajes más icónicos y controvertidos de Israel, sufrió en enero de 2006 una hemorragia cerebral que le llevó a un estado de coma permanente y desde entonces ha estado ingresado en ese centro médico a las afueras de Tel Aviv; se encontraba en la cúspide de su poder político y mientras parecía encaminarse a una fácil reelección.

 

La carrera del ex premier se extendió a lo largo de la mayor parte de los 65 años de existencia del estado moderno de Israel.

 

Como uno de sus generales más famosos, Sharon, conocido en Israel por su apodo “Arik“, es célebre por sus audaces tácticas y su ocasional tendencia, como militar, a ignorar las ordenes de sus superiores.

 

Como político era apodado “la aplanadora” por su desdén hacia sus rivales y su capacidad de lograr sus objetivos.

 

Organizó la invasión israelí a Líbano en 1982, y fue destituido como ministro de Defensa después de que una milicia cristiana aliada de Israel mató a cientos de palestinos en campos de refugiados en el oeste de Beirut, lo que desató la indignación internacional.

 

Poco a poco logró rehabilitar su carrera política. Durante años fue una fuerza impulsora del movimiento para construir asentamientos en Cisjordania y la Franja de Gaza, áreas capturadas que los palestinos reclamaban como propias.

 

Ya como primer ministro a partir de 2001, encabezó una dura represión contra una insurrección palestina, episodio en el que murieron más de tres mil palestinos y mil israelíes. Hasta la fecha es repudiado en gran parte del mundo árabe.

 

Pero en un cambio drástico de posición, Sharon ordenó el retiro de Israel de Gaza en 2005, de donde sacó a todos los soldados y colonos tras 38 años de ocupación militar.

 

Ese retiro lo condujo a desligarse de su Partido Likud, de tendencia radical, y a formar el Partido Kadima, más moderado. Su nueva agrupación avanzaba fácilmente hacia la victoria en las elecciones parlamentarias de 2006 cuando él sufrió el derrame cerebral.