La tasa de interés de los certificados de tesorería (cetes), sufrieron una caída histórica en los últimos meses del 2013, lo que le trajo una serie de beneficios a México que entre otras cosas propiciaron un aumento en su calificación crediticia, evitó que extrañara una menor inversión extranjera y preparó el terreno para las reformas estructurales.

“Le benefició a México e hizo que subieran la calificación crediticia, es probable que en estos años vuelvan a subir las calificaciones, este año va a ser mejor para México, sobre todo con la reforma energética, lo cual traerá más crecimiento”, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base.

 

En entrevista con 24 HORAS, la analista explicó que la tasa de cetes a 28 días se ubicó durante el 24 de septiembre en 3.50%, mientras que, para el 30 de diciembre, dicha cifra se colocó en 3.16%. Esto representa una disminución de 34 puntos base durante el último trimestre del 2013.

 

“Significa que hay una mayor demanda por el activo, entonces el precio subió, hubo una ganancia, el precio sube y al subir el precio, bajan las tasas de interés a pesar de que hubo una disminución en inversión extranjera”, detalló.

De acuerdo con el Banco de México, los cetes sufrieron una caída histórica durante el ms de diceimrbe, contrariamente a lo decidido por la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), de modificar su política monetaria y también a la inflación propia de la temporada.

 

Para el 30 de diciembre, los cetes a 28 días habían registrado su quinta caída semanal consecutiva, al retroceder 0.02 puntos porcentuales respecto a la subasta de la semana pasada, y ubicarse en 3.16%.

 

El pasado 19 de diciembre, la agencia Standard and Poor’s subió la calificación crediticia de México en moneda extranjera de largo plazo, de “BBB” a “BBB+”, con perspectiva “estable”.

 

La calificadora reconoció que las políticas fiscales y monetarias del país, a las cuales denominó como cautelosas.

 

Un día después, HR Ratings ratificó la calificación a largo plazo de la deuda soberana de México y subió su perspectiva de estable a positiva, esto, luego de la aprobación de la reforma energética.

 

Además de esto, la caída en las tasas de interés jugó un papel muy importante.

 

“La disminución de las tasas de interés implica menor riesgo, no es pérdida, es una ganancia”, puntualizó Siller.