En Michoacán la noche comienza cuando el sol está en su punto más alto; pasado el mediodía las calles de la región de Tierra Caliente, en municipios como Apatzingán, lucen desoladas ante un toque de queda que la población se impuso a sí misma, como respuesta natural ante el miedo del que son víctimas todos los días.
La ola de violencia que se agudizó el pasado fin de semana en aquella región michoacana mantiene a la población encerrada en su casa, en resguardo ante el fuego cruzado, bloqueos y quema de vehículos que se registran continuamente en la zona.
y resguardarse en sus viviendas a partir de las 13:00 horas: “A plena luz del día las calles están solas”, dijo Jaime Pérez Torres, visitador regional de Apatzingán de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
El funcionario evidenció en declaraciones recientes a medios locales que la situación en la región de Tierra Caliente se complica cada vez más. Aseguró que el ambiente que se respira en la zona es de incertidumbre, zozobra e intranquilidad, donde los habitantes mantienen cerrados todos los negocios ante el arribo de las autodefensas.
La situación de enfrentamientos entre las autodefensas y el crimen organizado llevó a los habitantes del municipio a realizar compras de “pánico” el sábado, por miedo al no saber lo que sucedería después, agregó Pérez Torres en entrevista para el diario Cambio de Michoacán.
Ante la incertidumbre que se vive en la zona, 24 HORAS buscó el testimonio de pobladores, comerciantes, productores agrícolas y maestros, quienes se negaron a hablar por temor a represalias.
“La gente prefiere abstenerse a viajar a la zona por recomendación de los propios habitantes”, fue la única declaración de una persona que tiene propiedades en Nueva Italia y que no ha podido ir a pagar sus servicios ante las advertencias de vecinos.
En redes sociales, habitantes de Tierra Caliente denuncian la situación por la que atraviesan: “Parácuaro necesita ayuda pues se está que dando sin víveres y gas para cocinar debido a que la carretera siempre está bloqueada, con los autos incendiados” o “amigos, Nueva Italia quiere paz para toda nuestras familias. Ya basta de tanta violencia en nuestro estado”, son algunos comentarios que usuarios publican en grupos de Facebook.
Asimismo, en Twitter se pueden encontrar avisos de la comunidad sobre corridas de autobuses suspendidas hacia Apatzingán, Buenavista, Tepalcatepec y Coalcomán, además de bloqueos en carreteras.
La situación llevó a varias familias o habitantes a dejar sus hogares en Apatzingán y Parácuaro, de acuerdo con registros de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
El presidente del organismo, José María Cázares Solórzano, informó que hasta el momento el registro con el que cuenta el organismo sobre desplazados en la zona es de aproximadamente 60 personas.