Un ataque relámpago se registró en las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) en Apatzingán.
Hasta ahora suman cuatro los ataques del crimen. Dos fueron en puentes a la entrada a Apatzingán y a la que lleva a Parácuaro, así como a una farmacia a dos cuadras del Palacio Municipal.
Los dos primeros responden a una lógica militar de destruir caminos para obstaculizar el avance terrestre de enemigos, mientras que los restantes se inscriben en una acción militar propagandística, para minar la credibilidad del gobierno federal y restar legitimidad a la estrategia policial-militar en Michoacán.
El objetivo con estas tácticas es mostrar que pese a la presencia de fuerzas federales, las milicias del narcotráfico siguen operando y que la promesa de restaurar la paz en Tierra Caliente es endeble y puede ser derrotada.