Un análisis de The Economist, realizado por su blog de predicciones “Cassandra”, colocó a México como uno de los países con alto riesgo de desorden social para 2014, otros lugares con el mismo nivel son: Ucrania, Bulgaria, Brasil, Argentina, Túnez y Egipto.

 

En el análisis se evaluaron 150 países y se proyectó, de acuerdo con su actual situación política, económica y social, el riesgo de conflicto en una escala de: muy alto, alto, medio, bajo y muy bajo.

 

En este sentido, los únicos países con muy bajo riesgo son Austria, Dinamarca, Japón, Luxembrugo, Noruega y Suiza.

 

Pero ¿Qué ha sucedido en México para llegar a este nivel de riesgo?

 

E. P. Thompson señalaba que las repetidas humillaciones públicas de las autoridades, los ataques simultáneos contra la propiedad privada y la idea de un movimiento bien organizado cuyas demandas específicas aumentan, provocan una sensación de “peligro inminente”, es decir, los síntomas cercanos a una guerra de clases con el objeto de desplazar a la autoridad.

 

The Economist plantea que la erosión de la confianza en el gobierno y las autoridades es de particular importancia para desencadenar movimientos sociales.

 

Y fue basado en los disturbios que se desencadenaron durante 2013 que el semanario pudo realizar su evaluación:

 

#YoSoy132

 

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Foto: Cuartoscuro

 

Con las consignas de “No somos porros, somos estudiantes”, “Televisa, idiotiza”, “No somos uno, no somos 100, prensa vendida, cuéntanos bien” y “Libertad de Expresión”, los universitarios proclamados apartidistas mantuvieron manifestaciones desde finales de 2012 y durante 2013, principalmente contra la manipulación de información en los medios de comunicación masiva.

 

La movilización fue denominada #Yosoy132, en alusión a los 131 estudiantes de la Universidad Iberoamericana que aparecieron en un video para precisar que los jóvenes que increparon la campaña de Enrique Peña Nieto a la presidencia durante una visita a esta universidad, no eran acarreados, luego que dirigentes del PRI y el PVEM acusaron que la protesta fue organizada por grupos cercanos al perredista Andrés Manuel López Obrador.

 

Aunque este colectivo a perdido fuerza, se debe permanecer alerta a sus reapariciones, principalmente motivadas por la represión del primero de diciembre de 2012.

 

Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación 

 

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Foto: Cuartoscuro

 

Las protestas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en rechazo a la iniciativa que modifica las leyes secundarias reglamentarias de la reforma educativa, han sido parte de uno de los movimientos más representativos para el país y que ha mantenido un plantón desde el pasado 18 de agosto de 2013, primero en el Zócalo capitalino y que tras el desalojo de éste, se desplazó a la Plaza de la Constitución, donde aún permanece a pesar de un reciente intento de retirarlo.

 

Muchos de los maestros que protestan provienen de comunidades pobres, indígenas y campesinas en donde no existe infraestructura y los niños asisten a clases sin comer, con muchas carencias e inmersos en contextos difíciles, por lo que, aseguran, sería un error aplicar una evaluación docente estandarizada sin antes garantizar las mismas oportunidades a nivel nacional.

 

El movimiento de la Coordinadora no se debe de perder de vista durante 2014 porque seguirá siendo un tema que polarice a la opinión pública.

 

 #PosMeSalto

 

salto itzel reyes

Foto: Itzel Reyes

 

El aumento a la tarifa del Metro, aprobado a finales de 2013, no fue bien recibido por los ciudadanos, pues apenas Joel Ortega anunció el aumento de 3 a 5 pesos en el boleto, las redes sociales se volcaron para protestar y con el hashtag #PosMeSalto invitaron a no pagar la tarifa.

 

El jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, aseguró que fueron ellos quienes decidieron el alza tras las 7 mil 200 encuestas aplicadas en las 12 Líneas, sin embargo, gran parte del descontento ciudadano se debió a que durante su campaña, Mancera prometió no incrementar las tarifas de este transporte.

 

Este movimiento se mantiene vigente, aunque sin gran fuerza, pero se debe mantener la mirada en él y el salto que tuvo a Guadalajara, donde también se iniciaron las protestas contra las tarifas en el transporte.

 

¿QUÉ NOS ESPERA?

 

Este año se predice turbio para México en cuanto al descontento social, por una parte las manifestaciones en contra de la reforma energética han comenzado a tomar fuerza entre militantes de izquierda para defender de la iniciativa privada el patrimonio nacional que implica el petróleo.

 

Tras el anuncio de la reforma al campo impulsada por el presidente, los bloques campesinos agrupados en el Congreso Agrario Permanente  plantearon como primer punto de su agenda común plantear al gobierno federal una política pública para alcanzar la autosuficiencia alimentaria, asimismo las manifestaciones no se harán esperar por parte de diversos grupos por la apertura a productos transgénicos.

 

A lo que se debe poner mucha atención, a pesar de no ser un tema nuevo, es al conflicto en Michoacán y la estrategia del gobierno federal para desarmar a los grupos de autodefensa que surgieron ante la incapacidad de las autoridades para proteger a la ciudadanía del narco; y que se prevé alcanzará dimensiones nacionales en las protestas, como se se vivió en la cuidad de México por el grupo feminista Femen.

 

Estos temas, entre otros, como la expectativa de que se limite la marcha del orgullo lésbico- gay y que ha generado descontento entre el contingente o las anuales manifestaciones de estudiantes contra la falta de espacios en instituciones de educación superior, se sumarán al ambiente nocivo de inconformidad, haciendo del análisis de The Economist una realidad.