GINEBRA. Siria presentó un ultimátum a un mediador de las Naciones Unidas al amenazarlo con retirarse de las gestiones de paz si para el sábado no comienzan “discusiones serias“.
La delegación escogida por el presidente Bachar Al Assad se reunió el viernes durante menos de 90 minutos con el mediador Lajdar Brahimi como parte de la reunión de paz con la oposición respaldada por Occidente. Las conversaciones han estado a punto de fracasar desde que fueron concebidas.
En Ginebra, el canciller sirio Walid al-Moalem dijo a Brahimi que “si no comienzan las conversaciones serias el sábado, la delegación oficial siria tendrá que irse debido a que la otra parte no habla en serio o no está lista”, según la televisión estatal siria.
Las conversaciones directas planeadas para el viernes entre el gobierno sirio y la Coalición Nacional Siria fueron suspendidas. La oposición se reuniría por separado con Brahimi más tarde en la sede europea de la ONU.
El gobierno sirio culpó a la coalición por la falta de negociaciones directas, consideradas como la mejor esperanza para poner fin a la guerra civil que ha dejado por lo menos 130.000 muertos.
El baño de sangre ha desestabilizado toda la región y ha convertido a Siria en un imán para milicianos inspirados por al-Qaida. Las dos partes se culpan mutuamente por el caos.
“La transición a una Siria libre es la clave para combatir el terrorismo”, afirmó Oubai Shahbandar, un alto asesor de la oposición siria, que ha exigido la salida de Assad.
Mientras tanto la lucha continuaba en varios puntos de Siria, incluso en las inmediaciones de Damasco. Las fuerzas del gobierno bombardearon zonas en poder de los rebeldes en la ciudad de Alepo, según el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, y activistas locales.
Combatientes chiíes de la organización extremista Jezbolá, del Líbano, luchan junto a las fuerzas de Assad en el área oriental de Ghuta, dijo el Observatorio. Los rebeldes que los enfrentan incluyen extremistas del grupo Estado Islámico de Irak y el Levante, dominado por yihadistas extranjeros, agregó.
En Suiza, Bouthaina Shaaban, una asesora de Assad que viajó a Ginebra para las conversaciones, se preguntó si la coalición opositora —integrada en su mayoría por exiliados basados en Turquía— está preparada para negociar el fin de la violencia.
“Hemos venido aquí con Siria y el pueblo sirio en mente, mientras que ellos vinieron con posiciones y puestos en sus mentes”, afirmó.