QUEBEC. Las autoridades canadienses dijeron hoy que el número probable de fallecidos en el incendio en la madrugada del jueves pasado de una residencia de ancianos en la provincia de Quebec es 32, dado que se han recuperado 8 cadáveres y 24 personas están desaparecidas.
Hasta hoy la Policía de Québec había cifrado en alrededor de 30 el número de desaparecidos con la esperanza de que algunas personas estuvieran fuera de la residencia de ancianos en el momento del incendio.
Pero, durante una rueda de prensa celebrada hoy, un portavoz, el teniente de la Policía de Québec Guy Lapointe, dijo: “Creo que podemos asumir lo peor con respecto a las 24 personas que siguen desaparecidas”.
Lapointe añadió que la Policía no confirmará las muertes hasta que se recuperen los cadáveres, lo que se ha convertido en una penosa tarea dadas las extremas condiciones meteorológicas.
El incendio de la institución Residence du Havre, situada en la pequeña localidad de L’Isle-Verte a unos 450 kilómetros al noreste de Montreal, se produjo a primeras horas de la madrugada del jueves cuando las temperaturas eran de 20 grados celsius bajo cero.
El edificio, que albergaba 52 unidades para personas de avanzada edad y cuya estructura era de madera, se convirtió rápidamente en un infierno del que sólo pudieron escapar 20 personas a pesar de los esfuerzos de los bomberos y familiares de los residentes.
Los miles de litros de agua utilizados por los bomberos para controlar el incendio se convirtieron en pocas horas en una gruesa capa de hielo que cubrió los escombros de la residencia de ancianos, pero también los cadáveres de las víctimas.
El intenso frío, que ha llegado a -30 grados con el efecto viento, está obligando a los equipos de rescate a trabajar en turnos de 45 minutos y cesar todas las operaciones al anochecer.
“Las condiciones son muy difíciles. Y nuestro personal está agotado”, explicó hoy Lapointe.
Ayer, la Policía informó que los equipos de rescate están utilizando vapor para derretir el hielo y recuperar los cadáveres de las víctimas, lo que añade más dramatismo al incidente.
Lapointe agregó este sábado que en algunos puntos el hielo tiene una profundidad de 60 centímetros, lo que está dificultando “preservar la integridad de las posibles víctimas”.
El portavoz policial se negó a confirmar informaciones aparecidas en varios medios de comunicación canadienses acerca de que los investigadores creen que el fuego se inició en la unidad de uno de los residentes y pudo ser provocado por un cigarrillo encendido.
“Es una de las muchas teorías que estamos manejando”, dijo Lapointe.
La emisora pública Radio-Canadá contó que, poco antes del inicio del incendio, uno de los residentes solicitó a un empleado de la residencia permiso para salir a la calle a fumar un cigarrillo.
El empleado negó su petición porque era más tarde de las 23.00 hora local, momento en el que obligatoriamente se cerraban las puertas de la residencia.
Cuando los bomberos llegaron a la residencia de ancianos la puerta del balcón del residente que solicitó permiso para fumar estaba abierta de par en par, añadió Radio-Canadá.
De los 52 residentes de Residence du Havre, 37 tenían al menos 85 años de edad y muchos padecían Alzheimer o problemas de movilidad.