La imposición de la visa a los turistas mexicanos por parte del gobierno de Canadá es un “irritante nacional” que afecta las relaciones bilaterales, los negocios y el turismo, por lo que el embajador de México en esa nación, Francisco Suárez, urgió al primer ministro Stephen Harper a que resuelva ese problema este año.
“Esto es un pelito en el arroz que está afectando la imagen de Canadá. Es un gran irritante nacional, no hay duda de eso. Está afectando la buena relación, está afectando negativamente a los negocios. Los argumentos son absurdos. Son mitos. El tipo de argumentos que utilizan es que si a México se les quita la visa, por México se van a colar rumanos, somalíes o centroamericanos, me lo han dicho así. Es absurdo”, expresó.
“Se tiene que resolver este año sí. No en 2015, este año”, agregó el diplomático, pues esto hará exitosa o no la visita oficial de Stephen Harper a México el próximo mes, en el marco de la Cumbre de Líderes de América del Norte en Toluca.
Suárez también explicó que el presidente Enrique Peña Nieto tiene planeado un viaje a Canadá para mediados del 2014, con el objetivo de impulsar las relaciones bilaterales y las inversiones canadienses en México, luego de las reformas estructurales del año pasado.
“La visita de Harper debe ser una visita muy exitosa por todos estos temas que hay: energía, infraestructura, agricultura. Quieren que les demos más acceso a la carne canadiense, está la parte del medio ambiente y la parte de la movilidad laboral. Hay una agenda muy amplia, estratégica”.
Sin condicionar directamente la atención a los intereses canadienses, el diplomático destacó que se puede hacer una agenda muy positiva y estratégica con ambas visitas.
“Se puede hacer miles de cosas en todo esto que es lo que les interesa a ellos”, dijo.
Pero enfatizó que si este problema del visado no se resuelva “debe quedar claro que esta visita no va a ser exitosa”.
Por esta razón, el diplomático lanzó una campaña en esa nación ante los medios de comunicación, los gobiernos locales y los empresarios, especialmente las empresas turísticas, para hacer presión contra la decisión de imponer visas a los mexicanos.
Suárez ha recibido el apoyo de empresas turísticas, hoteles, la compañía aeroespacial Bombardier, la aerolínea Air Canada y de varios gobiernos locales, como el de Quebec que manifestó que la visa dañaba la relación con México, sobre todo que ese país norteamericano necesita cada vez más mano de obra calificada, especialmente en construcción y en el sector energético en pleno boom.
“El turismo mexicano se estaba duplicando cuando se aplicó la visa en 2009”, dijo.
El diplomático recordó que el gobierno de México dio el ejemplo al quitar la visa a Perú, Colombia y Chile, países que también tienen problemas con el crimen organizado. Esta decisión hizo que el turismo colombiano y peruano alcanzara niveles nunca vistos.
“Eso demuestra que funciona y que el problema de seguridad debe de atacarse de manera diferente. Esa es nuestra estrategia y espero que se puede llegar a esta solución en la visita de Harper para que se haga una diferencia entre una visita exitosa o una visita que tenga un gran pelito en el arroz, que afecta negativamente todo lo bueno que se puede hacer”, indicó.
“Tenemos un sistema que funciona muy bien con los estadunidenses. Los canadienses tienen un sistema que funciona muy bien con los estadunidenses. Si funciona bien entre México y Estados Unidos, si funciona entre Canadá y Estados Unidos, pues hay que cerrar el triángulo para que funcione entre México y Canadá con las mejores prácticas”, añadió.
Interés en el gas e infraestructura
Francisco Suárez mencionó que las reformas estructurales realizadas en México en 2013 han generado un interés por parte de las empresas canadienses, especialmente en el sector energético y de infraestructuras.
Señaló que Bombardier quiere participar en todos los proyectos de infraestructura, en las ampliaciones de los metros, en la construcción de los nuevos ferrocarriles, de las líneas de tren de pasajeros México-Toluca, México-Bajío y la Transpeninsular.
TransCanada, que ya tiene cinco proyectos de gasoductos en el país, también tiene interés en construir la red de ductos de gas natural y de petróleo en México.
“Si tenemos los ductos para traer el gas, eso es una revolución energética que va a significar que México pueda crecer efectivamente no al 4%, con eso podemos crecer al 5% o 6%. Como en el anterior boom energético de los años 70 vamos a crecer al 8%. Esa es una gran transformación. Las empresas canadienses están interesadas”, aseguró.
Y el interés es tan grande en Canadá, que en las últimas pláticas que tuvo el diplomático sobre la reforma energética en la Universidad de Calgary, la sala tuvo un lleno total y muchos más quedaron de pie. Se dieron cita 200 personas, en lugar de las 60 previstas.
“Hay que poner en el mapa Alberta y Calgary, así que ponemos decir que Houston es la capital energética de Estados Unidos, Calgary es la capital energética de Canadá. Hay un enorme interés. (…) Si llegan ahí el secretario de Energía (Pedro Joaquín Coldwell) y el director de Pemex (Emilio Lozoya), va a haber una cola, pueden llenar un estadio por el interés que existe, no sólo de empresas grandes, sino de empresas medianas que quieren participar en México en los esquemas de gas shale”, precisó.