Tener una educación de calidad es uno de los logros que no alcanzarán la mayoría de los países de Latinoamérica como parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados por la ONU para 2015, según destacaron hoy expertos de la Unesco.

 

«En primaria y secundaria la investigación demuestra que los estudiantes no están adquiriendo los conocimientos básicos que se necesitan para continuar», dijo en una conferencia de prensa el director de la Unesco en Chile, Jorge Sequeira.

 

Ante esta situación, tanto México como el resto de países de Latinoamérica tendrán que seguir luchando por este objetivo más allá del año 2015, así como por la alfabetización de adultos, para poner fin al analfabetismo funcional predominante en la región.

 

«Estos analfabetos funcionales son personas al margen de la sociedad, que forman parte de ese tercio de economía informal que caracteriza a toda América Latina», aseguró Sequeira, quien explicó que la economía informal y la pobreza están muy ligadas al analfabetismo.

 

La Unesco presentó hoy el informe «Enseñanza y aprendizaje: Lograr la calidad para todos» en el que se apunta que, pese a que Latinoamérica y el Caribe están cerca de lograr una matriculación universal en educación primaria con una tasa del 95 %, todavía hay 2,5 millones de niños fuera de la escuela y los escolarizados no están recibiendo una educación de calidad.

 

Sequeira destacó que hay «una crisis del aprendizaje» en toda la región y puntualizó que en el caso de México «cerca del 50 % de los estudiantes no están adquiriendo las competencias básicas», una situación que «se observa en todos los países de la región que participan en los estudios internacionales de evaluación de alumnos».

 

El informe de la Unesco destaca, además, que esta crisis tiene un costo no sólo con lo que respecta a las ambiciones futuras de los niños, sino también para las finanzas de los gobiernos.

 

Así, el costo de que 250 millones de niños en todo el mundo no adquieran las nociones básicas es equivalente a 129.000 millones de dólares, es decir, el 10 % del gasto mundial en enseñanza primaria.

 

En este sentido, Sequeira responsabilizó a los ministerios de Educación de cada país y dijo que son ellos los encargados de que haya «una gestión delicada, justa, equitativa» que evite que los presupuestos en educación se desperdicien.

 

«En muchos países el informe prueba que una gran mayoría del presupuesto que se da al sector de Educación se va en cosas como son los salarios de los docentes y queda muy poco espacio para el desarrollo educacional, para la innovación, para lograr la calidad desde el aula o introducir nuevos instrumentos», agregó.

 

«No necesariamente es más plata, sino mejor plata, en el sentido de invertirla en ciertos sectores donde a largo y mediano plazo hay impacto positivo», aseveró, como son la pequeña infancia o la formación de docentes.

 

En la presentación del informe participaron otras autoridades de la Unesco, como la directora de la oficina en México, Nuria Sanz, además del secretario de Educación Pública mexicano, Emilio Chuayffet, y el investigador Carlos Beca.

 

Según explicó este último, los aspectos en los que se debe enfocar la región para mejorar son la formación inicial, la formación continua, la carrera docente y las instituciones que la llevan a cabo.

 

Sobre todo, añadió, hay que hacer énfasis en cosas como «la regulación de la calidad de los programas de formación y de los egresados» porque hay «en muchos países gran oferta de la educación privada o incluso de la publica que no tiene esa regulación».

 

Asimismo, el experto enfatizó que es importante fortalecer la formación continua asegurándola con un derecho que se estipule por ley.