Cargos en gobiernos estatales por cortos periodos o con puestos en despachos de arquitectos es la experiencia acumulada por cinco funcionarios clave que fueron contratados por el gobierno federal para supervisar las obras del Bicentenario.
Ninguno de ellos había tenido colaboración previa en dependencias federales y en algunos casos apenas cumplieron cinco años en el plano laboral. Algunos ni siquiera aparecen en el Registro de Servidores Públicos.
En 2009, Víctor Manuel Garcés Frías fue designado director general adjunto de Administración de la Comisión del Bicentenario en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).
Sin embargo su experiencia laboral, de acuerdo con el Registro de Servidores Públicos, se remonta apenas a siete años atrás.
En 2004 fue designado oficial mayor en el gobierno del estado de Morelos, cargo que sólo ocupó tres meses para ser designado director de Administración en el DIF de esa misma entidad en noviembre de 2004.
Para agosto de 2005 se le nombró director general del DIF morelense y allí permaneció 13 meses. Después, durante poco más de dos años, no hay registro de lo que hizo en el sector público o privado, hasta enero de 2009, cuando fue designado director general adjunto en el área de Bienes Materiales de la Secretaría de Gobernación, donde administró los recursos del Bicentenario.
Su carrera meteórica concluyó el 15 de mayo del 2010, apenas 16 meses después de estar en el cargo, y justo un mes antes de que la Secretaría de la Función Pública iniciara las investigaciones por el manejo de recursos en la llamada Estela de Luz.
Estudió licenciatura en Administración de Empresas en la UNAM, en el Registro de Servidores Públicos no incluyó alguna experiencia de académica o logro laboral a destacar, tampoco permitió hacer pública sus declaraciones patrimoniales.
Por otra parte, Agustín Castro Benítez fue designado en julio de 2009 director general de la empresa Triple I Servicios y tuvo que dejar el cargo el 27 de agosto del año siguiente. Fue inhabilitado por la Secretaría de la Función Pública ante las irregularidades detectadas en los contratos de Estela de Luz.
Estudió arquitectura e hizo un doctorado en España. Entre 1996 y el año 2000 fu director en diferentes despachos de su materia. En el servicio púbico inició su carrera en el 2007, como asesor en la Secretaría de Gobierno del estado de Morelos; al año siguiente fue designado director de Obras Públicas en la subsecretaría de ese ramo en el mismo estado, en donde permaneció de abril de 2008 a junio de 2009; extrañamente, en esas fechas también aparece como director general del despacho Castro Benítez Arquitectos.
Posteriormente se convirtió en el director general de Triple I, una de las más importantes empresas filiales de Pemex.
Ricardo Morales Jaramillo, quien es licenciado en Contaduría, trabajó en el sector privado entre 1991 y 1999. En junio de 2002 fue designado coordinador de Presupuesto en la empresa Triple I; dos años más tarde fue nombrado subgerente de Contabilidad y Presupuestos de la misma compañía.
Cinco años después se convirtió en gerente de Finanzas, cargo del que fue inhabilitado un año por la Secretaría de la Función Pública, por las irregularidades en el manejo de los recursos en la Estela de Luz.
Entre 1995 y 1997, Rubén Enrique Arenal Alonso trabajó en diferentes despachos jurídicos y a partir de junio de ese último año fue designado subgerente jurídico en la empresa Triple I.
Para mayo de 2008 ya era el gerente jurídico de la empresa de Pemex, donde permaneció tres años hasta septiembre de 2011, siendo inhabilitado por un año por la Secretaría de la Función Pública por la Estela de Luz.
Finalmente está Alberto Bravo, arquitecto de profesión, que aunque fue el encargado del proyecto de la Estela de Luz por parte de la empresa Triple I, no aparece en el Registro de Servidores Públicos.
Actualmente la Secretaría de la Función Pública lo investiga, porque se ha logrado documentar que primero trabajó para la empresa Gutsa, posteriormente ingresó a Triple I desde donde coordinó el proyecto Estela de Luz que fue asignado a esa empresa y, una vez que dejó su cargo en la filial de Pemex regresó a su antiguo empleo en Gutsa.
