El Gobierno brasileño “revisa” el acuerdo automotriz que mantiene con México desde 2002 pero no se ha decidido a “romperlo”, dijeron hoy fuentes oficiales, que enmarcaron ese análisis en el “constante seguimiento” del comercio exterior.

 

La secretaria de Comercio Exterior de Brasil, Tatiana Prazeres, señaló que el acuerdo con México “está siendo objeto de una revisión”, pero “eso no significa” que se estudie una “ruptura” del convenio, explicó hoy un portavoz del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior.

 

La “revisión” obedece al fuerte incremento que han tenido las importaciones de automóviles y piezas automotrices en Brasil, que según las autoridades puede afectar a la industria nacional.

 

Según datos oficiales brasileños, las importaciones de vehículos desde México aumentaron el año pasado un 40 por ciento, la misma proporción en que cayeron las exportaciones de vehículos hacia ese país, lo cual generó un déficit de casi mil 700 millones de dólares en ese sector.

 

El comercio automotriz entre Brasil y México está regulado por un Acuerdo de Complementación Económica firmado en 2002, que facilita el intercambio en ese sector y que, en el caso brasileño, lo asemeja al que el país mantiene con Argentina, Uruguay y Paraguay, sus socios en el Mercosur.

 

A fines del año pasado, Brasil decidió aumentar los impuestos que aplica a la importación de vehículos y piezas, en buena medida para contener la fuerte entrada de coches de fabricación china.

 

De esa medida quedaron exentos los países del Mercosur, así como México, beneficiado por el acuerdo en vigor desde 2002. (EFE)