Escena 1:

 

En abril de 2012 un directivo priista y hoy alto funcionario federal habló en privado sobre el futuro de Elba Esther Gordillo a la luz del rompimiento de la sociedad del Partido Revolucionario Institucional (PRI) con Nueva Alianza (Panal).

 

-El costo político de la alianza era muy alto. Nos restaba puntos y le puso un precio muy alto en posiciones. Ella lo sabe y debe verlo como un mensaje.

 

Con base en éste, agregó el priista, Elba Esther debería repensar su permanencia en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y preparar su relevo para el congreso magisterial de octubre.

 

Se le daba la deferencia de dejar a alguien de su equipo y retirarse en paz.

 

En lugar de ello, el evento se trasladó del extremo noroeste al extremo sureste del país: de Baja California a Quintana Roo, de Rosarito a Playa del Carmen.

 

En un balneario quintanarroense convertido en fortaleza, impuso la modificación de los estatutos del SNTE, se fortaleció como presidenta, fortaleció a su ex secretario particular, Juan Díaz de la Torre, como segundo suyo.

 

El futuro gobierno mandó otras señales.

 

No había comunicación directa ni con el entonces presidente electo Enrique Peña Nieto ni con sus principales operadores políticos.

 

Las advertencias le llegaban a través de emisarios menores: su ciclo había terminado.

 

Ella no lo creyó.

 

RETÓ AL ESTADO Y PGR INICIÓ LA INVESTIGACIÓN

 

Escena 2:

 

El 6 de febrero de 2013 celebró su hasta ahora último cumpleaños en libertad en Los Reyes Iztacala, municipio de Tlalnepantla, Estado de México.

 

En su discurso, y con la reforma educativa en marcha, dejó entrever las amenazas recibidas desde el poder para forzar su salida.

 

-Me voy cuando los maestros lo pidan. Las amenazas no me quitan- se engalló ante miembros de su comité y de la Sección 36 del SNTE.

 

No dejó espacio a la negociación:

 

-Si Elba se va, hay otros que pueden dar la pelea y el SNTE no se cae.

 

Prometía luchar al lado del magisterio contra la reforma educativa y las pruebas sucesivas como requisito para garantizar la permanencia en su plaza docente:

 

-¡Al maestro no se le amenaza! Al maestro se le estimula.

 

El mensaje fue directo para el Presidente de la República, por quien ella hizo campaña a través de su partido y su sindicato:

 

-Los maestros somos sus amigos.

 

La defensa de las conquistas gremiales la daría hasta tener éxito, prometió antes de dictar su epitafio:

 

-Aquí yace una guerrera y como guerrera murió.

 

20 días después, el 26 de febrero, fue detenida en el Aeropuerto Internacional de Toluca acusada de lavado de dinero, evasión de impuestos, delincuencia organizada y otros delitos.

 

Joaquín López-Dóriga preguntó al procurador Jesús Murillo Karam cuándo informó al presidente Peña Nieto sobre las investigaciones en contra de La Maestra.

 

-Hace 20 días- contestó.

 

MEJORA SU SALUD Y TODAVÍA PIENSA EN EL SNTE

 

Escena 3:

 

A diferencia del 6 de febrero de 2012, ayer fue un cumpleaños distinto para Elba Esther Gordillo.

 

Casi en solitario la mayor parte del día y la visita de unas cuantas personas: el doctor Jesús Francisco Walliser, su hija Maricruz Montelongo, su nieto René Fujiwara y algunos más.

 

Acudió más gente, pero ella se negó a recibir hasta a ex secretarios particulares porque, confió a los suyos, “no quiero dar mal aspecto”.

 

La noticia es cómo la vieron.

 

Aunque sus males continúan -padecimientos crónicos de hígado, hipertensión y renales, razón por la cual Miguel Mancera dispuso su traslado al Reclusorio Sur, donde hay una torre médica-, su salud ha mejorado sensiblemente.

 

La ven menos deprimida.

 

Y, como decía José López Portillo, “echada p’a delante”.

 

-Todavía trae el espíritu guerrero- dice alguien de sus confianzas.

 

En ese ambiente insiste en continuar su lucha legal para ganar los procesos y recuperar su libertad y su vida.

 

-¿Su vida como era antes?

 

-Sí, está esperanzada en salir libre y buscar de nuevo el SNTE. Antes no decía lo mismo.

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