Para un gran número de mexicanos y latinoamericanos en todo el continente, los narcotraficantes se han convertido en delincuentes célebres, glorificados por músicos que alaban estos nuevos modelos de fama y éxito. Los narcotraficantes representan una manera de escapar de la pobreza; han creado un nuevo sueño americano impulsado por una adicción al dinero, las drogas y la violencia.