Para su cuarta cinta como director, George Clooney no puede ser más pesimista. El escenario son las elecciones rumbo a la presidencia de los Estados Unidos. El gobernador Mike Morris (Clooney mismo), parece ser el candidato ideal: un demócrata liberal que apoya la libre decisión de las mujeres sobre su cuerpo, la libertad de culto, y el gravamen alto a los más ricos.

 

En su staff de asesores se encuentra el no menos pulcro Stephen Meyers (Ryan Goslin), asesor de apenas 30 años de edad, responsable de los discursos del candidato, de llevarlo a las entrevistas y de cuidar su buena imagen a toda costa. Meyers es todo un profesional que cuida el más mínimo detalle, o para ilustrarlo mejor: el joven político jamás hubiese permitido que su candidato fuese ridiculizado en una Feria del Libro, o que se le durmiera en una entrevista radiofónica.

 

A Meyers no le mueve la sed de poder, está realmente convencido de que el país necesita un hombre como Morris en la Casa Blanca; o al menos así se lo comenta a Ida Horowicz (Marisa Tomei), reportera del TIME con la cual presume tener una entrañable amistad de varios años atrás.

 

Esta idílica imagen de la lucha política, que pareciera darse en el marco de una contienda respetuosa y de ideas, pronto se vendrá abajo cuando, ante la crisis, todos muestren el cobre y se conviertan en unos dignos alumnos de Maquiavelo. Así, la lealtad de Meyers hacia su candidato se pondrá a prueba cuando el equipo del candidato rival lo invite a cambiar filas, su supuesta amistad con la periodista de TIME pronto quedará en entredicho cuando esta trate de chantajearlo con tal de sacarle declaraciones y, por si fuera poco, el cuasi santo Mike Morris tendrá en sus manos un problema tan grave del cual sólo Bill Clinton podría asesorarlo, o como bien se dice en la película: “Para llegar a la presidencia puedes mentir, engañar, quebrar al país… lo que sea, excepto cogerte a una becaria”.

 

Poder y Traición (pésimo título en español de The Ides of March, Los idus de Marzo) se arma a partir de duelos verbales entre los diferentes personajes: una guapa becaria que intenta seducir a Meyers, el tenso diálogo entre éste último y el asesor del candidato rival (Paul Giamatti, como siempre genial), o la cátedra sobre política y lealtad que le receta un muy intenso Phillip Seymour Hoffman al personaje de Ryan Goslin.

 

Con un estilo que recuerda por momentos a Sydney Lumet, Clooney dirige con solvencia y sin desperdicio una cinta que sirve como recordatorio para todos aquellos que acudiremos a las urnas este año: no importando lo brillante y en apariencia limpio de los candidatos en la pasarela, no importando las corbatas caras y los trajes ostentosos, no importando los discursos de amor converso; detrás de los políticos –pareciera decirnos Clooney- siempre habrá inmundicia, sólo es tiempo de esperar para que salga a flote.

 

 

The Ides of March (Dir. George Clooney, 2011)

4 de 5 estrellas.

Guión: George Clooney y Grant Heslov; basado en la obra “Farragut North”, de Beau Willimon. Producción: George Clooney, Grant Heslov y Brian Oliver. Fotografía: Phedon Papamichael. Con: George Clooney, Ryan Goslin. Marisa Tomei, Phillip Serymour Hoffman, Paul Giamatti entre otros.

 

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