La veo una y otra vez y no me queda más que asegurar que Ludwika Paleta cambió mucho y para bien. Cuando una mujer está plena y feliz se le nota. Su matrimonio con Emiliano Salinas le ha hecho mostrarse siempre sonriente. No quiere decir que antes fuera grosera, pero era bastante seria y hasta cortante con la prensa, le fastidiaban las preguntas de las alfombras rojas y hoy habla de todo sin problema alguno.
Recientemente, en el evento de la presentación de Dos Lunas, de Bárbara Mori, Ludwika comentó que quiere agrandar la familia y que espera que el bebé llegue pronto, así que seguramente en breve la veremos embarazada.
Ella y Emiliano contestaron cada una de las preguntas, sin prisa, sin malas caras, qué diferencia.
Ahí está la clave, siempre detenerse, contestar lo que quieran, buscar las palabras adecuadas y retirarse a tiempo con una sonrisa, no hay más, no es tan complicado, sólo es cosa de ir con buena actitud, al fin y al cabo ya saben que estarán los reporteros ávidos de interrogarlos. Sin duda podrían pensar su discurso y repetirlo una y otra vez.
Yo no lo veo difícil, la prueba está clara con Ludwika Paleta quien ya no corre en las alfombras fingiendo que no tiene tiempo de atender a los medios, ahora se para frente a los micrófonos y ya nadie la ataca. Ojalá algunos los comprendan y apliquen la misma técnica, al final verán que es para su beneficio.
Hay más…pero hasta ahí les cuento.