RIO DE JANEIRO.- Para los brasileños, sería un desastre no coronarse en el Mundial del que serán anfitriones. Pero hay un escenario aun peor para 200 millones de brasileños: que Argentina, la rival acérrima, terminara alzando la copa.
“Ésa sería la peor pesadilla de todos los brasileños”, consideró el profesor y periodista Newton Cesar Santos. “Que gane cualquiera, menos Argentina”.
Santos escribió un libro de 600 páginas que narra la historia de la rivalidad entre ambos países, “Brasil X Argentina: historia del mayor clásico del fútbol mundial”.
Hay muchos duelos que se viven con intensidad en el fútbol mundial, como los de Holanda contra Alemania o Inglaterra frente a Escocia. Pero ninguno se compararía con el Brasil-Argentina.
Parte de la autoestima nacional del brasileño reside en que su país es la mayor superpotencia del fútbol. Es la única nación que ha jugado todas las ediciones del Mundial y que ha ganado cinco títulos.
En la historia temprana de este deporte, Argentina era la potencia sudamericana. El deporte llegó a ese país antes que a Brasil.
Pero todo cambió cuando Brasil ganó el Mundial de 1958, mucho antes de que Argentina consiguiera el primero de sus dos títulos, 20 años después, de forma polémica.
Y si Brasil tiene a Pelé, Argentina cuenta con Maradona. El debate sobre quién fue mejor es interminable.
Añadió que un sector de la sociedad en Brasil espera que la selección de este país fracase en la Copa del Mundo.
“Están en contra de este gobierno, y se imaginan que una derrota generaría inestabilidad, más protestas, y obligaría a cambios sociales”, explicó.
Muchos brasileños temen qué podría ocurrir en las calles si Brasil es eliminado, particularmente si ello ocurre antes de la final.
“Creo que si Brasil es eliminado temprano u obtiene otro resultado que no sea el título, la gente saldrá a expresar su frustración”, dijo Marta Nagai, doctora brasileña que trabaja en Río. “Todos los temas relacionados con el gran gasto para el Mundial saldrán a la luz”.
Y desde luego, nada agradaría más a los argentinos que un colapso deportivo Brasil, sobre todo si ocurre en la final en el Maracaná.
Lo mismo ocurrió en 1950, la última vez que Brasil fue anfitrión del Mundial. Perdió por 2-1 la final ante Uruguay, un fracaso inolvidable.
“Lo más bello que puede ocurrir este año es que Argentina gane la Copa del Mundo en Brasil”, consideró Celia Domínguez, quien trabaja en un consultorio dental en Buenos Aires.
“Para hacer todo mejor, que Argentina le gane la final a Brasil, y que Messi convierta un penal en el último minuto”.
La realidad del Mundial de este año es que Argentina tiene quizás un mejor equipo y un grupo fácil. Pero Brasil juega de local.
El equipo brasileño está considerado entre los favoritos, junto con España, Argentina y Alemania, en parte porque es el anfitrión. El problema de Brasil es el camino que tendría que recorrer hacia la final. Y aunque cuenta con un plantel talentoso, encabezado por Neymar, pocos lo consideran una de las mejores plantillas brasileñas de la historia.