SIRIA. Al menos dos personas murieron hoy, entre ellas un médico, y quince resultaron heridas al explotar un coche bomba en la localidad siria de Atma, en la provincia septentrional de Idleb y cerca de la frontera con Turquía.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el estallido se registró en el aparcamiento del hospital de Atma y cuatro de los heridos se encuentran en estado grave.
Otros grupos de activistas, como la Comisión General de la Revolución Siria, elevaron a una decena los fallecidos en este atentado.
Hace tres días, al menos cinco personas murieron por la explosión de otro vehículo cerca de un campo de refugiados en la frontera con Turquía, aunque en esa ocasión a la altura de la provincia siria de Alepo.
Los atentados con coches bomba perpetrados por combatientes de brigadas yihadistas se han vuelto frecuentes en los últimos meses en el norte de Siria.
Entretanto, en la provincia oriental de Deir el Zur se recrudecieron los bombardeos y los combates entre las tropas del régimen sirio y los rebeldes.
Una mujer y tres niños fallecieron en un bombardeo del régimen contra el pueblo de Abulil y siete combatientes rebeldes, entre ellos dos dirigentes, perecieron en choques con el ejército en los alrededores del aeropuerto militar de Deir el Zur.
También murieron seis insurgentes en combates similares en Rasm Asen, en las afueras de Alepo, en cuya cárcel los guardias dispararon contra algunos presos políticos causando heridos.
Más de 140.000 personas han fallecido desde el inicio del conflicto en el país árabe en marzo de 2011, según los últimos datos ofrecidos por el Observatorio.
Naciones Unidas aprobó ayer una resolución para ampliar el acceso de ayuda humanitaria en Siria, exigiendo, entre otras medidas, que se levante el asedio del Ejército a los cascos urbanos.