La comunidad internacional expresó hoy su condena e indignación contra los gobiernos de Rusia y China por vetar la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para detener la represión en Siria.

 

En el marco de la tercera y última jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC) sobre la Primavera Árabe, la Premio Nobel de la Paz 2011, la yemenita Tawakkul Karman, expresó su condena al veto y acusó a Rusia y China de ser responsables de la masacre siria.

 

La periodista dijo ante cancilleres y líderes empresariales de 70 países reunidos en la ciudad alemana de Múnich que Rusia y China llevan en sus hombros la responsabilidad moral de las masacres que se registran a diario en Siria y han causado más de seis mil muertos.

 

La activista consideró que con su veto, Moscú y Pekín respaldan al presidente sirio Bashar al Assad en la matanza de civiles en Siria, donde 300 personas murieron en las últimas 24 horas por la represión de la fuerzas armadas en Homs, epicentro de la violencia.

 

“Al Assad está matando a cientos de personas en horribles masacres y Rusia y China han respaldado vergonzosamente a Damasco con su veto de ayer a la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre Siria”, afirmó, en medio del aplauso de los asistentes.

 

En el mismo sentido, se pronunció el primer ministro de Túnez, Hamadi Jebali, quien consideró que los gobiernos de Rusia y China hicieron mal uso de su derecho a veto en el Consejo de Seguridad y pidió a la comunidad internacional romper sus relaciones diplomáticas con Siria.

 

“Las acciones de Moscú y Pekín muestran que el sistema de veto del Consejo de Seguridad es defectuoso y que los dos países ha aplicado indebidamente su derecho a bloquear la resolución contra Siria”, destacó, según un reporte de la cadena Al Arabiya.

 

El jefe de gobierno tunecino, instó al Consejo de Seguridad reconsiderar en su mecanismo de toma de decisiones y la comunidad internacional evaluar la continuación de sus relaciones diplomáticas con Damasco ante el fracaso de la votación en la ONU.

 

El ministro turco de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoglu, por su parte, consideró que Rusia y China no votaron basándose en las realidades actuales, sino en la lógica de la Guerra Fría, en tomar en cuenta los cambios que se están dando en el mundo árabe.

 

“Es tiempo del cambio. Las estructuras de la Guerra Fría serán eliminadas o transformadas. No queremos dos frentes en nuestra región”, afirmó Davutoglu.

 

Jalid Mohamed Al-Attiyah, ministro de Exteriores de Qatar, también criticó la postura de Moscú y Pekín, los cuales, aseguró, se habían comprometido a aceptar la propuesta, la cual fue incluso modificada a su solicitud para lograr una solución satisfactoria el conflicto.

 

“Ayer fue un día triste”, subrayó el canciller qatarí, tras reiterar que es fundamental lograr una solución definitiva.

 

Por último, el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Mohamed Amr, dijo durante su intervención que es imperativo poner fin al derrramamiento de sangre en Siria, “es una tragedia que no puede seguir permitiéndose”, afirmó.

 

El canciller aprovechó sus alocución para anunciar que la Liga Árabe (LA) convocará una reunión en los próximos días en El Cairo para evaluar la situación tras la votación del Consejo de Seguridad.

 

A las condenas se sumó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien expresó su pesar por la decisión de Moscú y Pekín y la embajadora de Estados Unidos ante el organismo, Susan Rice, quien declaró su “disgusto” y responsabilizó a Rusia y China del derramamiento de sangre. (Notimex)