Un grupo de acreedores de Oceanografía informó que tomó control cuentas bancarias y el barco OSA Goliath, para venderlo y así liquidar la deuda de la empresa con ellos.

 

La firma noruega Norsk Tillitsmann -fiduciaria de un bono por 160 millones de dólares que emitió en octubre de 2013 a OSA Goliath, subsidiaria de Oceanografía- publicó una carta donde explica que desde el 28 de febrero pasado la empresa entró en default por la totalidad del bono e intereses, que ascienden a un total aproximado de 215 millones de dólares.

 

Los bonos fueron respaldados por el barco Goliath, una nave construida en 2009 con un valor de unos 245 millones de dólares según estimados de Kennedy Marr y Offshore Shiprokers, que fueron citados en el memorándum de oferta de los bonos.

 

Oceanografía no pagó por el arrendamiento del buque a su subsidiaria OSA Goliath, que tiene domicilio fiscal en Singapur, lo que es suficiente para declarar default según los términos de los bonos, dijo Norsk.

 

El barco se encuentra actualmente a 33 kilómetros de la costa de Ciudad del Carmen, donde tiene su sede Oceanografía, de acuerdo con datos de seguimiento de buques de Bloomberg.

 

Un fiduciario es una empresa a la cual se le otorgan poderes por el emisor de un bono para asegurar que se cumplan con los términos del mismo -como el pago de intereses en la fecha acordada- y que se protejan los intereses de los acreedores en caso de default.

 

Debido a esto, Norsk Tillitsmann reemplazó el consejo directivo de OSA Goliath con directores independientes, quienes suspendieron el contrato de arrendamiento de buque que OSA Goliath tiene con Oceanografía, su empresa matriz.

 

“El nuevo consejo de directores del emisor ha terminado el arrendamiento de buque con Oceanografía y asumió control de la nave del emisor OSA Goliath, y ha informado a Norsk Tillitsmann que buscará vender la nave de una manera ordenada”, explicó la carta del fiduciario, firmada por Fredrik Lundberg.

 

El viernes pasado, el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) de la Secretaría de Hacienda, tomó control de las oficinas, naves y plataformas de Oceanografía, luego de que Citigroup acusara a la empresa de fraude por al menos 360 millones de dólares mediante la falsificación de facturas por cobrar de Pemex, por las que el banco le había prestado 585 millones a la empresa propiedad de Amado Yáñez.

 

La denuncia surgió luego de que Oceanografía fue inhabilitada de participar en licitaciones de Pemex debido a malos manejos, lo que impulsó a Citi a realizar una revisión junto con Pemex de las cuentas de la empresa.

 

Además de este bono, Oceanografía emitió deuda en 335 millones de dólares, que también se encuentra en impago.

 

Detecta IMSS inconsistencias

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que ha detectado inconsistencias en los registros, salarios y pagos por parte de Oceanografía, firma investigada por lavado de dinero, y de diversas empresas relacionadas con ella en los últimos años.
En un comunicado, indicó que esto ha llevado a realizar múltiples actos de autoridad que han sido objeto de impugnación ante los tribunales por parte de esa compañías.

 

“Desde 2010 se han realizado más de 100 actos de autoridad que involucran a las empresas relacionadas con Oceanografía”, refirió.

 

El año pasado, mencionó, se llevaron a cabo más de 30 actos de autoridad, cuya resolución se encuentra en proceso.
“Actualmente se encuentran pendientes de resolución 10 juicios relacionados con los ejercicios fiscales de 2007 a 2013”, agregó.

 

El Instituto informó que ha coadyuvado con la PGR en las investigaciones correspondientes a Oceanografía, empresa que fue, por muchos años, una de las principales proveedoras de Pemex y hoy es investigada en México y Estados Unidos por distintos cargos de fraude y lavado de dinero.

 

La Secretaría de la Función Pública la inhabilitó apenas el mes pasado por 21 meses y la multó con más de 24 millones de pesos.