Autoridades confirmaron que los 13 cuerpos hallados el martes pasado en una fosa clandestina del municipio de Apatzingán, Michoacán, pertenecen a dos familias, entre ellas dos niños y un bebé.
«Se trata de los miembros de dos familias, una compuesta por 9 personas, entre ellas dos niños, y la otra formada por cuatro, incluido un bebé», informaron fuentes de la fiscalía general de Michoacán.
El hallazgo se produjo el martes por la noche en la comunidad de El Alcalde a partir de una denuncia de familiares que acusan a un integrante de los grupos de autodefensas de la región de haber participado en el secuestro de las dos familias.
Todas las víctimas, siete varones y seis mujeres, están identificadas, mientras que la persona señalada por los familiares fue arrestada.
El detenido, al parecer, se había infiltrado en los grupos de civiles que tomaron las armas para defenderse del cártel de Los Caballeros Templarios, agregaron las mismas fuentes.
La zona donde fueron hallados los cadáveres es la misma donde Nazario Moreno González, líder del cártel La Familia Michoacana, fue abatido por las fuerzas federales en diciembre de 2010, aunque su cuerpo nunca apareció.
Con información de EFE