Los líderes de los grupos de autodefensa de Michoacán acordaron hoy con el gobierno federal abstenerse de ingresar a las cabeceras municipales o zonas urbanas y hacer una “limpia” de sus filas, entre otros puntos, informó la Secretaría de Gobernación (Segob).
La institución indicó en un boletín que, como parte de las reuniones semanales convenidas con los grupos de autodefensa, la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán y esas agrupaciones de civiles armados llegaron a una serie de acuerdos “que tienen como propósito lograr paulatinamente su desmovilización”.
Las partes acordaron que los “grupos de ciudadanos organizados (autodefensas) compartirán información con la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, la cual será resguardada por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), para trabajar la parte operativa”.
Asimismo, estos grupos se comprometieron a retirar sus barricadas, en coordinación con las autoridades federales y estatales, en donde ya no son necesarias “debido a la presencia de las fuerzas federales y de los propios grupos organizados”.
“Los grupos de ciudadanos organizados informarán a las autoridades respecto a los municipios en donde no tienen presencia ni injerencia, a fin de que si hay grupos que se hacen pasar como parte de los mismos sean detenidos por las fuerzas federales”, dice el documento.
Las autodefensas reiteraron que no ingresarán a las cabeceras municipales ni zonas urbanas, y prometieron hacer una “limpia interna” con el fin de “mantener la autoridad moral de los grupos” y “expulsar a aquellas personas que sean ajenas al movimiento”.
Reconocieron que desde el ingreso de las fuerzas federales a la zona sur del estado, particularmente a los municipios de Tierra Caliente, “la seguridad ha mejorado de manera considerable, pues hay un ambiente de tranquilidad y certidumbre”.
Finalmente, “los grupos de ciudadanos organizados, encabezados por Estanislao Beltrán, Hipólito Mora y José Manuel Mireles, desconocieron a quienes se manifestaron en la presidencia municipal de Apatzingán para exigir la renuncia del presidente municipal de esta localidad”.
El pasado 3 de marzo, cientos de presuntos integrantes de las autodefensas irrumpieron en el ayuntamiento de Apatzingán para exigir la renuncia del alcalde, Uriel Chávez, a quien acusaron de estar relacionado con el cártel de los Caballeros Templarios, que tiene fuerte presencia en Michoacán.
Apatzingán es la ciudad más importante de la región de Tierra Caliente, donde surgieron hace un año los grupos de autodefensa para hacer frente a los atropellos de los “templarios”, ante la ineficacia de las autoridades estatales.
Los “templarios” surgieron a fines de 2010 como una escisión del cártel de La Familia Michoacana. Se dedican no sólo a la producción de drogas y al narcotráfico, sino también a la extorsión y hasta la explotación ilícita de yacimientos mineros.
Ante la violencia relacionada con los “templarios” y el avance de los grupos de civiles que se armaron para enfrentarlos, el gobierno federal lanzó a mediados de enero pasado una masiva operación militar y policial para restaurar el orden en Michoacán.
Los tres líderes de las autodefensas alcanzaron los acuerdos en una reunión efectuada hoy en Apatzingán con el comisionado federal para Michoacán, Alfredo Castillo, y el titular de la Policía Federal, Enrique Galindo.