KUALA LUMPUR. Las autoridades malasias revelaron una nueva cronología que indica que la última transmisión de voz de los tripulantes del avión desaparecido pudo haber ocurrido antes que sus sistemas de comunicación fueran desconectados, añadiendo más incertidumbre sobre quién de las personas a bordo pudo haber sido el culpable.
La búsqueda del vuelo 370, que desapareció en las primeras horas del sábado 8 de marzo durante un vuelo de Kuala Lumpur a Beijing con 239 personas a bordo, se expandió, ahora abarcando los hemisferios norte y sur.
A pesar de la intensa búsqueda, el gobierno de Malasia ha sido duramente criticado por su ineficiencia en la información sobre el número de horas que voló el avión fuera de ruta. Esto lo reconoció el primer ministro de Malasia, Najib Tun Razak, seis días después de que desapareció la aeronave.
Buques australianos recorrían el sur del Océano Indico y China ofreció 21 de sus satélites para ayudar a Malasia en la búsqueda sin precedentes, mientras los sistemas de vigilancia de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO) dijeron que no han detectado por ninguna explosión o choque en tierra o mar que se pueda atribuir al avión, después de que la entidad revisara los datos ofrecidos por los sensores que tiene repartidos en distintas zonas del mundo.
Sin que aún se hayan encontrado restos de la aeronave en uno de los misterios más desconcertantes de la aviación de todos los tiempos, los familiares de los ocupantes del Boeing 777 viven en un limbo agonizante desde hace nueve días.
Los investigadores dicen que el avión fue desviado deliberadamente durante su vuelo nocturno y que voló fuera de curso durante horas. No han descartado la posibilidad de un secuestro, de sabotaje, o de un piloto suicida. También analizan los antecedentes de los 227 pasajeros y los 12 miembros de la tripulación, así como del personal de tierra, para ver si tenían vínculos con terroristas, problemas personales o problemas psicológicos.
El director de Malaysian Airlines, Ahmad Jauhari Yahya, dijo que una investigación inicial indica que las últimas palabras procedentes del avión que escucharon los controladores de tierra —”Todo bien, buenas noches”— fueron del copiloto, Fariq Abdul Hamid. Si hubiera sido una voz que no hubiera sido de él o del piloto, Zaharie Ahmad Shah, se tendría la indicación más clara hasta ahora de que algo andaba mal en la cabina antes de que el vuelo saliera de curso.
Los funcionarios malasios dijeron previamente que esas palabras fueron dichas después que uno de los sistemas de comunicaciones de datos de la aeronave, conocido como ACARS, por sus siglas en inglés, había sido apagado intencionalmente, lo que indicaría que las palabras procedentes de la cabina de pilotos pudieron haber tratado de engañar a los controladores en tierra.
Sin embargo, Ahmad dijo que aunque la última transmisión de datos del ACARS —que da información sobre el desempeño y el mantenimiento de avión— llegó antes de eso, todavía no estaba claro en qué momento se apagó el sistema, por lo que es más difícil tratar de sacar conclusiones sobre la secuencia de hechos.
Las autoridades de Malasia han dicho que el avión que llevaba 239 personas a bordo siguió emitiendo una señal de satélite siete horas después de su despegue lo que muestra que pudo haber entrado a un corredor que va del sureste asiático hacia el centro del continente.
El gobierno informó el lunes que 26 países colaboran ya en la búsqueda de la aeronave, que inicialmente se enfocó en los mares de la península malasia, en el Mar del Sur de China y en el Estrecho de Malaca.
La coordinación de Malasia ha recibido críticas por su falta de transparencia.
“Tras el aumento del área de búsqueda, la situación se hace más difícil, así que esperamos que Malasia coordine mejor los esfuerzos y dé una información más exacta”, señaló el vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Hong Lei.
El corredor de búsqueda en el norte cruza países que incluyen a China, India y Pakistán, y todos ellos han reportado que no tienen señales del avión.
El sur del Océano Indico es el tercero más profundo del mundo y uno de los cuerpos de agua más remotos del planeta, con poca cobertura de radar.
También contribuirá a la búsqueda la Administración Nacional de Aeronáutica del Espacio (NASA), que anunció que puso a disposición todos sus recursos. El director de esa institución, Charles Bolden, mandó a analizar las imágenes registradas por satélites así como las tomadas desde la Estación Espacial Internacional (ISS).
La zona de búsqueda abarca desde Kazajistán hasta Indonesia, después de que las autoridades malayas admitiesen que el avión cambió de rumbo deliberadamente y voló durante cinco horas.