Malquerientes de Alfredo Castillo ríen de lo que le acontece al Comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán: “También del otro lado se echa mano de la inteligencia…”, dicen a manera de burla.

 

Se refieren concretamente a la detención de Hipólito Mora -creador de las autodefensas en La Ruana y uno de los principales interlocutores de Castillo en su estrategia de enfrentamiento a Los Templarios- detenido el miércoles pasado por su presunta participación en el homicidio de otro líder de las autodefensas, Rafael Sánchez Moreno, y de su escolta, José Luis Torres Castañeda.

 

La imagen casa con lo que del otro lado -algunos colaboradores de Castillo- piensan a propósito de lo que ha enfrentado el enviado presidencial desde que pisó tierra caliente y echó a andar su estrategia contra el crimen organizado: “Lo están boicoteando…”, sostienen.

 

Se refieren a “fuego amigo”. Gente que ubican dentro del propio gobierno federal (principalmente) y algunos “apoyos” extras a nivel estatal (que no pasan por el gobernador Fausto Vallejo, según su versión, sino por otros mandos).

 

Esto, advierten, comenzó desde el momento en que el presidente Enrique Peña Nieto echó mano de Castillo (y no de los caminos y personajes formales que suelen utilizarse en estos menesteres) para tratar de apaciguar lo que sucedía en Michoacán.

 

“Las piedras en el camino no tardaron en aparecer”. Pero la primera llamada de atención pública y a nivel nacional ocurrió cuando el programa grabado por Denise Maerker (Punto de partida) el 5 de febrero pasado -y transmitido al día siguiente por Televisa-, se vio al comisionado Castillo entrando a una bodega de Tepalcatepec para reunirse con un grupo de personas.

 

Uno de esos personajes, como identificaría luego el diario Reforma, era Juan José Farías “El Abuelo”, a quien ubicaban como presunto lugarteniente del cártel de Los Valencia.

 

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DE LA INEPTITUD A LA TRAICIÓN.- Se vino entonces una andanada contra Castillo en la que lo menos que decían de él era que su ingenuidad rayaba en ineptitud (porque según explicó el propio comisionado, no sabía ni tenía claro con quién se había reunido ese día en Tepalcatepec y nadie le había advertido que pudiera tratarse de un presunto “delincuente”.)

 

El Comisionado pasó más de una semana explicando su reunión con “El Abuelo” en los medios de comunicación, hasta que el temporal amainó y se desvaneció (de pronto), obsequiándole un respiro al enviado presidencial. No sin haber minado, ciertamente, su capacidad.

 

Pero no transcurrió ni un mes, cuando Alfredo Castillo -ese hombre tan cercano a Enrique Peña Nieto y al que ha recurrido el mexiquense en distintos momentos de crisis a lo largo de la última década- volvió a resentir un golpe más. Sólo que éste fue aún más terrible que el anterior: en esta ocasión sus enemigos apuntaron al terreno más delicado en una negociación o en situación conflictiva: la confianza.

 

Y es que, quiérase que no, la detención de Hipólito Mora ubica a Alfredo Castillo en el ignominioso territorio de la traición.

 

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SIMPLEMENTE LO MARGINARON.- Frente a lo que le ocurre a Alfredo Castillo, diríase que a Manuel Mondragón y Kalb le fue bien: Se retira de la Comisión Nacional de Seguridad sin haber sufrido -al menos de manera tan pública y aparatosa- los embates de los grupos adversos (el hidalguense y el mexiquense).

 

Desde un principio Mondragón supo que su cargo sería temporal, aunque no esperaba ser marginado tan tempranamente de actos e incluso reuniones del gabinete de seguridad. “Edad” (80 años), “cansancio”, eran expresiones que se repetían para describir su situación. Desde hace seis meses se anunciaba su renuncia.

 

Para sustituir a Mondragón (y a reserva de la ratificación en el Senado) se cabildeaba el nombre de Enrique Galindo Ceballos, comisionado general de la Policía Federal (PF). Otros nombres que se barajaban eran los de Damián Canales Mena, jefe de la división de Investigación de la PF; David Garay Maldonado, responsable de la unidad de Gobierno de la Segob; Salvador Neme Sastré, ex secretario de seguridad pública del Edomex; y Eugenio Imaz, director del Cisen.

 

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GEMAS: Obsequio del gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, sobre la situación del líder de las autodefensas, Hipólito Mora: “El miércoles se tendrá que definir su situación. Yo hago votos porque obviamente salga libre, es decir, no tenga nada que ver con lo que se le acusa".