BRUSELAS. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y los líderes de la Unión Europea (UE) se mostraron unidos en su rechazo total a la anexión rusa de Crimea, promoviendo una mayor integración transatlántica como antídoto a la influencia regional rusa y a la dependencia energética europea de Moscú, pese a diferencias abiertas por el espionaje ilegal realizado por la inteligencia estadunidense.
En conferencia de prensa al término de la cumbre Estados Unidos-UE, Obama dijo que si los gobernantes de Rusia pensaron que podían introducir una cuña entre Washington y Bruselas, "claramente se equivocaron".
Europa es el socio más cercano de América. Europa, incluyendo la UE, es la piedra angular de nuestro compromiso en todo el mundo. Estamos más seguros y somos más prósperos, el mundo es más seguro y más justo cuando Europa y América se presentan como uno solo", declaró el mandatario norteamericano.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, destacó que los últimos acontecimientos en Ucrania o en otros lugares muestran que hay "muchas incertidumbres inquietantes", y valoró que "la sólida certeza de la relación transatlántica" sea "tan crucial" para hacer frente a estos retos.
Para el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, la presencia de Obama en Bruselas "envía una señal muy fuerte" tanto a los ciudadanos europeos, que "entienden cuán importante es la relación transatlántica", como a los estadunidenses, que "pueden contar con nosotros, ya que son nuestros mejores amigos y aliados".
La fortaleza de la unión UE-EU quedó patente con la declaración de una y otra parte de que permanecen juntos frente a situaciones como la crisis ucraniana, que ha motivado sanciones por parte de Bruselas y Washington contra ciudadanos rusos y ucranianos responsables de la amenaza a la soberanía de Ucrania.
"La UE y EU estamos unidos en nuestra determinación de aislar a Rusia que está sola y en imponer un precio que debe pagar por sus acciones" en Ucrania, enfatizó Obama.
El mandatario, además, agregó que si Moscú mantiene ese comportamiento, "las sanciones serán crecientes" en el terreno económico, una respuesta que la UE suscribió.
La brecha abierta con Rusia, excluida del G8 hasta que no cambie el rumbo de sus acciones sobre Ucrania, ha motivado que la UE acelere su voluntad de diversificar fuentes energéticas y trabaje en reducir su dependencia del gas que importa de Rusia (un 30 % del total).
"Una vez tengamos el acuerdo comercial con la UE, las licencias de exportación para gas natural estadunidense licuado para Europa serán mucho más fáciles", señaló Obama por su parte, y añadió que "es algo obviamente relevante en el clima geopolítico actual".
El presidente de EU recalcó su país ha "autorizado ya la exportación diaria de tanto gas natural como el que usa Europa cada día", aunque reconoció que no hay una única solución fácil y barata para lograr mayor independencia del gas ruso.
La expresión de tal grado de afinidad entre la UE y EU dejó en un segundo plano el desencuentro por la revelación hace meses de que la Agencia Nacional de Seguridad estadunidense (NSA) había vigilado en secreto las comunicaciones de ciudadanos y políticos europeos.
En su intervención ante la prensa, Van Rompuy simplemente se refirió a que abordaron la cuestión de los flujos de datos con Obama, a quien transmitieron su preocupación por "las revelaciones sobre los programas de vigilancia", compartidas "ampliamente" por los ciudadanos europeos.
En cualquier caso, celebró las iniciativas recientemente anunciadas por Obama sobre su intención de reformar la NSA, y aseguró que la UE y EU van a dar "más pasos para hacer frente a estas preocupaciones y restaurar la confianza".
La UE y EU representan el 50 % de la actividad económica global y un tercio del comercio en el mundo, que asciende a un billón de dólares anual.
Además, la UE y EU suscriben la mayor relación de inversiones del mundo, ya que las inversiones transatlánticas suman cerca de 4 billones de dólares, según datos de la Casa Blanca.
EU ofrece su gas a Europa
Por lo que respecta al acuerdo de libre comercio e inversiones que negocian, conocido como TTIP, ambas partes mostraron su voluntad de dar un impulso político al proceso para que esté concluido en 2015.
Barack Obama enfatizó que la cooperación energética será una parte crucial de un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea que, de ser logrado, permitiría a las 28 naciones del bloque ser menos dependientes de Rusia.
Varias naciones de la UE dependen en gran manera del gas ruso, algo que lamentan ahora en el enfrentamiento diplomático por la anexión de Moscú de la península de Crimea, hasta hace muy poco parte de Ucrania. Temen que Rusia podría limitar el suministro de gas en represalia por las sanciones económicas impuestas por Europa y Estados Unidos.
Obama dijo que Estados Unidos podría exportar gas natural licuado con mayor facilidad a Europa de ser aprobado un acuerdo de comercio, pero no dejó en duda que las exportaciones de Estados Unidos no serán la solución, insistiendo que "colectivamente Europa debe examinar su política energética".
El presidente del brazo ejecutivo de la UE, la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo que ambas partes acordaron realizar una reunión sobre cooperación energética "la próxima semana".
El encuentro será presidido por el secretario de Estado norteamericano John Kerry y su contraparte de la UE Catherine Ashton. Los funcionarios esperan concluir las negociaciones de libre comercio a fines de año.
Las negociaciones del TTIP arrancaron en julio de 2013, enfocadas en crear la mayor zona de libre comercio del mundo y en armonizar sus regulaciones para sentar un referente mundial.
