La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se guiará por la resolución aprobada el jueves por la Asamblea General del organismo, que declaró inválida la anexión rusa de Crimea y llama a la comunidad internacional a no reconocerla.

 

“La ONU se guía por la resolución de la Asamblea General que fue adoptada ayer”, dijo el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, durante rueda de prensa tras participar en una sesión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad.

 

La declaración de Ban despeja así semanas de incertidumbre sobre cuál sería la posición oficial de la ONU respecto al referendo del pasado 16 de marzo, y sobre la subsecuente anexión del territorio ucraniano de Crimea por parte de Rusia.

 

La resolución, aprobada el jueves con 100 votos a favor, 11 en contra, 58 abstenciones y 24 países que no votaron, asentó que “el referendo celebrado en la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol, el 16 de marzo pasado, no tiene validez”.

 

La Asamblea General urgió además a la comunidad internacional a que se abstenga de “todo acto u operación” que pudiera interpretarse como reconocimiento de ese estatuto modificado.

 

Asimismo, reafirmó su determinación de preservar la soberanía, la independencia política, la unidad y la integridad territorial de Ucrania.

 

Ban llamó también a los líderes de Rusia y Ucrania a que resuelvan sus diferencias con el diálogo, y ofreció la cooperación de la ONU para calmar la situación mediante la diplomacia y el equipo de observadores de derechos humanos desplegado en territorio ucraniano.

 

“En este momento de elevadas tensiones, incluso las pequeñas chispas pueden encender grandes flamas de consecuencias no planeadas”, aseveró el titular de la ONU.

 

Manifestó además su preocupación ante la posibilidad de que la atención que recibe la situación en Ucrania pudiera mermar la capacidad mundial para abordar temas acuciantes de largo plazo, como el cambio climático y el desarrollo sustentable.

 

Por su parte, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, desestimó la importancia de la resolución aprobada por la Asamblea General con el argumento de que 93 Estados en total decidieron no avalarla.

 

En un encuentro con la prensa, Churkin aseguró que a muchas delegaciones que votaron a favor de la resolución “se les torció el brazo” para obtener su apoyo.