HOUSTON. Una mujer enfurecida se sentó sobre su novio después de derribarlo y lo mató clavándole en el rostro sus tacones de aguja al menos 25 veces, dijo el fiscal el lunes a los jurados.

 

Pero el abogado de Ana Trujillo afirmó que fue ella la víctima del ataque y que se defendió de su novio, Alf Stefan Andersson, de 59 años, usando la única arma que tenía a la mano.

 

El lunes comenzaron los testimonios en el juicio por homicidio a Trujillo. El fiscal dijo que Trujillo mató a Andersson, profesor e investigador de la Universidad de Houston, durante una pelea en el apartamento de él en junio. Trujillo está en libertad con una fianza de 100 mil dólares.

 

Durante las declaraciones iniciales, la fiscal Sarah Mickelson dijo que Trujillo tenía antecedentes de ira y agresividad en su contenciosa relación con Andersson, nacido en Suecia y ciudadano estadunidense.

 

Mickelson dijo que a principios de junio, Andersson y Trujillo, de 45 años y oriunda de México, se habían reconciliado.

 

La fiscal dijo que Andersson era una persona tranquila y que Trujillo es irascible.

 

La noche de los hechos, la pareja había salido a tomar unos tragos antes de regresar al apartamento de Andersson. Mickelson dijo que Trujillo se enfureció tras llegar a la casa y los dos comenzaron a discutir.

 

Mickelson dijo a los jurados que durante la confrontación Andersson fue lesionado y cayó al suelo de espaldas. Entonces Trujillo se le sentó encima y lo golpeó repetidamente en la cara y la cabeza con su zapato.

 

“De lo único que podemos estar seguros en este caso es que Ana Trujillo no fue la víctima. Ana Trujillo golpeó a Stefan Andersson 25 veces con el tacón de su zapato mientras estaba en el suelo y se desangró”, dijo Mickelson.

 

John Carroll, abogado de Trujillo, dijo que Andersson era un alcohólico que se ponía violento con Trujillo. Agregó que la noche de la muerte de Andersson, Trujillo planeaba dejarlo para irse a casa de otra persona, pero Andersson la lanzó contra una pared, la agarró por la fuerza y entonces la estrelló contra un sofá.

 

“No podía respirar. Le rogó (a Andersson) que la soltara… El comenzó a asfixiarla… Ella hizo lo único que podía hacer, echar mano al arma que tenía a la mano y comenzar a golpearlo”, dijo Carroll.

 

Rosemary Gómez, la taxista que llevó a Trujillo y Andersson al apartamento la noche de los hechos, declaró a los jurados que los había recogido en un bar de Houston.

 

Gómez dijo que durante el corto trayecto al apartamento, Trujillo se mostró beligerante con ella y la increpó mientras trataba de decirle a la taxista qué calles tomar. Gómez dijo que Andersson estaba avergonzado por el comportamiento de Trujillo y que “nunca dijo una mala palabra. Nunca dijo nada indebido”.

 

Gómez declaró que estaba tan preocupada por Andersson que se bajó del taxi, le sostuvo las manos a Andersson y rezó por él.

 

Otros testigos de la fiscalía dijeron que Andersson era un hombre amable y educado que tenía problemas con el alcohol.

 

Los testimonios se reanudarán el martes y se espera que el juicio dure por lo menos una semana.