MADRID. Una bomba de tiempo se vive en el seno de Mercedes. Es alta la posibilidad de que el británico Lewis Hamilton y el alemán Nico Rosberg se vean involucrados en problemas tanto dentro como fuera de las pistas, porque ambos tienen las mismas posibilidades de destacar en el campeonato de Fórmula 1.
La habilidad que tienen en el volante y el deseo de mantenerse en los primeros lugares, son factores que podrían influir para que se den diferencias, mismas que, desde ahora, ya son analizadas por el director ejecutivo de la escudería, Totto Wolf.
“La rivalidad interna está ahí desde el principio y se ha manifestado desde enero. Se conocen desde hace mucho tiempo y hasta ahora han tenido una buena relación. Eso no significa que no sean extremadamente competitivos y que no traten de aprovechar la más mínima ventaja que se les presente”, declaró Wolf.
Hamilton ya conoce lo que es tener al “enemigo en casa”. En el 2007, todos los reflectores de McLaren estaban puestos en el bicampeón Fernando Alonso. Poco a poco, la estima tuvo que ser compartida porque el británico se ganó no solo de los aficionados, también de los integrantes del equipo, lo que generó problemas entre los pilotos. Al final, el beneficiado fue el finlandés Kimi Raikkonen de Ferrari que aprovechó las diferencias para llevarse el título.
Son varios los casos de rivalidades en la máxima competencia del automovilismo mundial entre compañeros de equipo. Basta recordar los problemas que tuvieron Carlos Reutemann y Alan Jones (Williams) en 1981; Giles Villeneuve y Didier Pironi (Ferrari) en 1982; Nelson Piquet y Nigel Mansell (Williams-Honda) en 1987; así como Ayrton Senna y Alain Prost (McLaren) en 1989.
“Hemos dedicado algún tiempo a discutir sobre estas cosas, sobre diversos escenarios y situaciones. Somos Mercedes y el equipo es lo primero”, agregó Wolf quien tendrá la misión de evitar que la bomba explote entre Hamilton y Rosberg.