LA HAYA. Un ex obispo católico holandés, quien falleció el año pasado, fue culpable de abuso sexual hace décadas cuando era párroco y maestro en el sur de Holanda, admitió su diócesis, en el más reciente escándalo que golpea a la Iglesia.

 

Mea Culpa, una organización de víctimas de abuso a manos de clérigos de la Iglesia católica, acogió con agrado el comunicado el sábado como reivindicación de una lucha por justicia para las víctimas, quienes eran niños cuando ocurrió el abuso.

 

La diócesis de Roermond indicó en un comunicado emitido el viernes por la tarde que una comisión de atención de quejas de la Iglesia determinó que el ahora fallecido obispo Jo Gijsen fue encontrado culpable de haber cometido el abuso.

 

El actual obispo de Roermond, Frans Wiertz, señaló en un comunicado que aceptó “el consejo de la comisión de atención de quejas de declarar las acusaciones como bien fundamentadas”. Agregó que “lamenta el abuso y el sufrimiento de las víctimas” y se disculpó con ellas.

 

Bert Smeets, de Mea Culpa, calificó el fallo como “una bofetada en el rostro de la Iglesia católica holandesa”.

 

El abuso ocurrió supuestamente en 1958-1959 y en 1961 y las víctimas fueron dos niños, según el diario Dutch Katholiek Nieuwsblad. Ahora tienen que recurrir a una comisión separada para solicitar compensación.

 

La revelación de abuso por parte de una figura tan encumbrada es la humillación más reciente para la Iglesia católica holandesa. Una investigación de mayor alcance sobre abusos de clérigos publicó en 2011 un informe impactante que decía que más de 20.000 niños sufrieron algún tipo de abuso en instituciones católicas desde 1945.

 

Los descubrimientos motivaron que el entonces arzobispo de Utrecht, Willem Eijk, se disculpara con las víctimas de la Iglesia holandesa, y afirmara que el informe “nos llena de vergüenza y pesar”.