La cantautora uruguaya Luciana Mocchi tiene 23 años y ya logró lo que la mayoría no consigue en toda su carrera: abrirle un concierto al ex Beatle Paul McCartney. Y eso que no tiene guitarra.
“Una se me rompió y la otra la regalé”, dijo Mocchi desde su residencia en el centro cultural La Cuadra del barrio Capurro de Montevideo. “Toco con guitarra prestada, pero me las arreglo”.
Mocchi, quien dice haber compuesto 150 canciones, tiene un solo disco, La velocidad del paisaje (2013), que puede escucharse a través de su página en Soundcloud y solamente se consigue contactándola directamente. “Estoy al margen de la industria y todo lo hago a pulmón”.
La elección de Mocchi para abrirle a McCartney pasado sábado ante 50, 000 personas en el Estadio Centenario causó sorpresa entre buena parte del público que desconocía su trabajo, pero la cantante llegó precedida de dos primeros premios en el certamen Movida Joven de la Intendencia de Montevideo, en 2009 y 2010, y la aprobación de músicos como Edgardo “Yayo” Serka, baterista de Lila Downs, quien la conoció durante una visita a Montevideo en 2009 y colaboró en su disco.
“Ella escribe como escriben quienes han vivido muchas cosas, a pesar de su corta edad”, dijo Bensasson a AP. “Sus canciones disparan reflexión, ternura y rebeldía sin dejar nunca de lado la compasión, la solidaridad y la necesidad de amar y ser amado. Puede ser poetisa, cronista, rockera, rapera y ocurrente sin necesidad de etiquetarse en un solo lugar, porque su etiqueta es ser ella misma”.
Al día siguiente del concierto, las redes sociales en Uruguay se vieron inundadas por felicitaciones, en su mayoría, pero algunos también la atacaron por cuestiones que no tenían nada que ver con su música.
“No sé pelear por Twitter, pero me declaro negra y torta (lesbiana) ahora mismo”, escribió Mocchi. “Dejé de cuestionar (mi sexualidad) hace varios años y no me preocupa en lo absoluto. Sólo agrego: All you need is love, ta?”
“Hay muchos comentarios que realmente son nazis”, dijo Mocchi. “No me molesta sólo por mí. Lo que más me molesta es que todavía haya en la raza humana gente preguntando estupideces como si soy hombre o mujer. Ni siquiera me defino como gay porque hago lo que quiero y capaz que mañana me acuesto con un hombre. Me resulta mucho más sencillo decir que soy gay porque parece que la gente tiene dificultad en entender que una persona es libre. Pero, en realidad, soy Mocchi, y existo a través de mis canciones”.