La creación de la secretaría de la Movilidad en la ciudad de México parece estar en recta final. La dependencia que sustituirá a la actual Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi) busca ser un cambio de paradigma ahora desde el ámbito institucional. Y la premisa es simple: para reconocer la movilidad, se le debe llamar por su nombre.
La Ley de Movilidad que se discute actualmente en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) ha enfrentado el rechazo de concesionarios del transporte público quienes rechazan que haya un nuevo órgano regulador que regirá la movilidad en la ciudad y aseguran que no fueron tomados en cuenta para la elaboración de esta nueva norma y que podrían perder su fuente de empleo de aprobarse.
Si bien, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) busca que la sustitución de la actual Ley de Transporte y Vialidad del Distrito Federal quede antes de que concluya el periodo ordinario de la ALDF y de paso a la conformación de la nueva dependencia, está aún pendiente que el jefe de Gobierno publique el decreto del cambio de nombre, aprobado por unanimidad ante el pleno desde el 30 de abril de 2013.
A través de un Punto de Acuerdo, a inicios de abril, la diputada panista Laura Ballesteros Mancilla exhortó a Miguel Ángel Mancera a publicar el decreto a la brevedad.
A finales de noviembre pasado, cuando el grupo parlamentario del PRD presentó su propuesta para regular el transporte en la ciudad de México, en la Asamblea se hablaba ya de un amplio consenso para que la ley entrara en vigor a partir del primero de enero de 2014.
Para febrero no había ley y las protestas apenas comenzaban. Cuatro meses después nada ha ocurrido.
Organizaciones de taxistas ocuparon el primer cuadro de la ciudad en demanda de que las propuestas propias del gremio se incluyeran en la iniciativa. Entre otras, los conductores y operadores pedían un fondo de ‘chatarrización’, eliminar los taxis piratas y un ajuste bianual en la tarifa.
A esta, le siguieron camiones y microbuses en los cuatro puntos del DF que pintaron leyendas como “No a la ley de movilidad del DF por ser discriminatoria, excluyente y fomenta el monopolio, es un acta de defunción para el transportista”.
La iniciativa fue elaborada en coordinación con la secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi) y expertos de la UNAM, UAM, COLMEX y el Centro Mario Molina y también se contó con la opinión de la ciudadanía pero carecía de consenso entre los transportistas.
Esto llevó a acercamientos entre la administración del jefe de Gobierno, Miguel Angel Mancera, con el gremio para incluir una carta de los derechos de los transportistas porque “sólo hay obligaciones: paga derechos, paga revista, paga licencia tarjetón, es decir, hay ‘N’ situaciones que hay que estar pague y pague”, señaló Eliazar Javier Romero Zárate, presidente de la Comisión Permanente de Transporte Individual del DF.
Con la creación de la secretaría de Movilidad se daría pauta a la conformación del Sistema Integral de Transporte Público de Pasajeros (SIT) en el que se incluirán a todos los concesionarios de las rutas que operan en la ciudad junto a la red de transporte del gobierno capitalino, Metro, Metrobus, y RTP.
Para los trabajadores del volante esto representaría crear un órgano único recaudador y regulador que la haría de patrón de los 32 mil concesionarios.
“Por ejemplo, si un micro gana mil pesos, ahora con la nueva ley vendrá el gobierno que recogió todo el dinero y dirá que por gastos de operatividad sólo le tocan 800 o menos, lo que perjudicará a los actuales transportistas y entonces le van a dar cabida a los monopolios con los que no vamos a poder competir, pese a que llevamos más de 40 años trabajando”, expresó Romero Zárate.
La ley obligaría, entre otras cosas, a otorgar las concesiones a través de licitaciones, destinar el 20% de las utilidades a implementar equipo para el transporte a personas con discapacidad, así como crear espacio para llevar bicicletas e instalar un sistema de localización satelital, monitoreado por la secretaría de Seguridad Pública (SSPDF).
También se establece el uso preferencial del espacio público a los peatones, los usuarios de bicicletas y el servicio público de transporte de pasajeros frente a otro tipo de vehículos.
Numeralia
70% de la ciudadanía utiliza el transporte público
80% de la superficie está dedicada al automóvil
3.3 millones de horas-hombre se pierden consecuencia del tráfico vehicular
4,880 kilómetros ocupan todos los autos del DF en línea recta
7 km/hr es el promedio de velocidad en ‘horas pico’
139 mil 128 taxis existen en la ciudad de México
600 millones de pesos al año aporta el servicio concesionado al GDF