KIEV. El gobierno de Ucrania, con el Ejército ruso a un paso de sus fronteras, sufrió nuevos reveses en el sureste del país: los manifestantes prorrusos tomaron la radiotelevisión de la región de Donetsk mientras que insurgentes liberaron a uno de ocho observadores militares que fueron retenidos en el este del país, horas después de presentarlos públicamente por primera vez y, delante de guardias armados, asegurar que no han sido maltratados.

 

El observador de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) liberado es un miembro de nacionalidad sueca que sufre diabetes, informó Stelle Jorosheva, vocera de los separatistas, quien añadió que las fuerzas no tienen intención de dejar salir a más observadores, a los que acusa de ser “espías de la OTAN”.

 

Al ser presentados los observadores ante la prensa, el coronel alemán Axel Schneider dijo que estaban en una misión diplomática para sus países auspiciada por la OSCE y que no eran espías de la OTAN, como aseguran los rebeldes que los capturaron el viernes.

 

Schneider agregó que otra prueba es que también estaba un oficial de Suecia, la cual no pertenece a la OTAN.

 

Los observadores, que parecían nerviosos, iban custodiados por hombres de uniforme camuflado y pasamontañas negros, que los escoltaron al ingresar al ayuntamiento de Slovyansk para la conferencia de prensa y luego los acompañaron para salir. Aun así, Schneider aseguró que los han tratado bien.

 

“Somos huéspedes de Ponomariov, no somos prisioneros de guerra” aseguró Schneider quien agregó que todos los miembros del equipo están bien y que desconocen las condiciones para su liberación.

 

Schneider dijo que entendía que el autoproclamado alcalde de Slovyansk, Vyacheslav Ponomarev, quiera usar a los observadores como moneda de cambio. Ponomarev declaró el viernes que podrían ser liberados a cambio de que sean soltados activistas prorrusos que permanecen encarcelados en Kiev.

 

Los rebeldes en Slovyansk están recurriendo a la toma de rehenes mientras buscan cimentar su control en el este del país en desafío del gobierno interino en Kiev, la capital ucraniana y sus aliados occidentales.

 

Ayer también capturaron a tres agentes de seguridad ucranianos y los mostraron a la prensa ensangrentados y con los ojos cubiertos con cinta de embalar en la oficina del servicio de seguridad en Slovyansk.

 

Igor Strelkov, identificado como el comandante de los insurgentes armados, dijo que cuando fueron capturados los tres oficiales ucranianos estaban en una misión para detener a dirigentes de la fuerza prorrusa. El Servicio de Seguridad de Ucrania confirmó en un comunicado los oficiales estaban en una misión para detener a un ciudadano ruso sospechoso de matar a un legislador ucraniano.

 

Toma de un canal de televisión 

 

Y Slaviansk no fue el único foco de tensión en esta jornada de conflicto. En otro de los epicentros secesionistas del este ucraniano, Donetsk, un grupo de activistas prorrusos ocupó una central de televisión y anunció que emitirá un servicio televisivo propio. Poco antes, cientos de personas exigieron en una manifestación que los programas ucranianos fuesen reemplazados por una programación rusa.

 

Europa y las naciones en el Grupo de los Siete (formado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá) quieren imponer más sanciones a Rusia en respuesta a sus acciones en Ucrania. Hoy los embajadores de los 28 países de la Unión Europea se reunirán en Bruselas para sumar más funcionarios rusos a la lista de cuentas congeladas y restricciones en viajes.

 

El presidente de EU, Barack Obama, acusó a Rusia de no haber “movido un dedo” para ayudar a la crisis ucraniana y de apoyar a las milicias que se enfrentan al gobierno de Kiev, lo que tendrá “consecuencias” en forma de sanciones.