Ayer se cumplieron 96 horas de la desaparición de tres empleados de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) que participaban en las Cruzadas contra el Hambre en la región de la Costa Grande de Guerrero, sin que se tengan pistas de su paradero.
Autoridades federales consultadas por 24 HORAS confirmaron que hay un despliegue coordinado con autoridades estatales para su búsqueda, en el que también participan elementos de las fuerzas armadas adscritos a las Bases de Operaciones Mixtas Urbanas, pero sin éxito hasta el momento.
La camioneta Nissan tipo pick up, rotulada, en la que viajaban los empleados federales y que fue encontrada en inmediaciones del poblado de Arroyo Grande, continua bajo análisis de peritos de la PGR y de la Procuraduría del estado, pero siguen sin detectarse indicios de violencia en el vehículo.
De acuerdo con el comunicado, que difundió el domingo por el gobierno de Guerrero, los tres empleados pertenecen a Distribuidora e Impulsora Comercial Conasupo (Diconsa), y se trata de Gustavo Abarca Radilla, Héctor López Torres y Carlos López Sánchez.
La delegación de la PGR en el estado inició la averiguación previa correspondiente tras recibir el desglose de las autoridades locales. Se maneja, entre las líneas de investigación, la posibilidad de un secuestro o un robo, ya que las víctimas transportaban recursos económicos relacionados con apoyos sociales que se distribuyen en la entidad.