Los implantes de cerebro fueron primeramente desarrollados en febrero pasado por investigadores estadounidenses. La Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA) del Pentágono fue quien los lanzó.
El proyecto fue programado para restaurar la memoria en gente con daño cerebral, esto incluye a soldados veteranos con Alzheimer y paciente con demencia.
Los detalles exactos siguen siendo revelados pero podría construirse en estudios de memoria utilizados en monos y ratas, pero las críticas revelan que manipular la memoria es éticamente incorrecto.
Aunado al impacto físico que se recibe en el cuerpo gracia al daño cerebral, la perdida de la memoria puede ser devastadora y restrictiva.
La agencia estadounidense está trabajando en la restauración de estas memorias, usando implantes cerebrales que podrían revertir la pérdida que sufrieron soldados y pacientes con demencia. Ha revelado más detalles acerca de su simulador de memoria, el cual podría incluir estimulaciones al hipocampo, la parte del cerebro que realiza los procesamientos de la memoria.
Además la ciencia exacta detrás de los planes no será anunciada en unos meses, un especialista en ética médica ha expresado preocupación por cómo la tecnología podría inferir en la personalidad de los pacientes y también en sus conciencias.
Durante la conferencia realizada esta semana en el Centro por la Salud del Cerebro en la Universidad de Texas en Dallas, el manager del proyecto Justin Sanchez dijo: “Si usted ha sido lastimado durante su servicio y no puede recordar a su familia, queremos ser capaces de reconstruir ese tipo de funciones”.
“Pensamos que podemos desarrollar dispositivos que pueden interactuar directamente con el hipocampo, y poder resconstruir el primer tipo de memoria que estamos buscando, la memoria declarativa” señaló.