En clara respuesta a quienes han acusado un proceso antidemocrático o autoritario en sus reformas, el presidente Enrique Peña Nieto defendió ayer al suyo como un gobierno que “escucha y dialoga” y aseguró que la búsqueda de acuerdos con otras fuerzas políticas ha sido una constante en su administración. “Somos un gobierno comprometido con el diálogo, el entendimiento y el acuerdo entre los actores y fuerzas políticas. Un gobierno que escucha”, destacó.
Peña Nieto respondió así a cuestionamientos públicos que se han hecho a dos de sus reformas más importantes: por un lado, la energética, cuyo contenido y falta de debate y discusión han sido cuestionados por el cineasta Alfonso Cuarón, y por el otro a las denuncias de ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil por el intento de amordazar y censurar internet en las leyes secundarias de telecomunicaciones, que es la propuesta presidencial.
“Ratifico mi respeto invariable a la libertad de reunión, de asociación y de tránsito, así como a la libertad personal y de culto y de trabajo que consagra nuestra Constitución. Reafirmo en especial mi compromiso absoluto con la libertad de expresión y el derecho a la información de todos los mexicanos”, precisó el Presidente en el discurso que pronunció con motivo del aniversario de la histórica Batalla de Puebla.
Con este pronunciamiento, en el que también expresó su respeto a la libre manifestación de las ideas y al “derecho a estar debidamente informados”, como “derechos fundamentales para consolidar la democracia en el país”, Peña Nieto pareció fijar una posición sobre el polémico contenido del artículo 197 del texto original de la Ley de Telecomunicaciones donde establece, por ejemplo, la obligación de los proveedores del servicio de internet a “bloquear, inhibir o anular de manera temporal las señales de telecomunicaciones en eventos y lugares críticos para la seguridad pública y nacional a solicitud de las autoridades competentes“.
Aunque el gobierno federal, a través de la SCT ha negado que haya un intento de censura y ha dicho que esa no fue la intención, la redacción de la reforma desató protestas masivas en redes sociales y marchas de organizaciones ciudadanas que exigen eliminar el fraseo de ese artículo. Ha sido tal el impacto de las manifestaciones de rechazo en redes como twitter que organizaciones internacionales y ciudadanos de otros países se han pronunciado en contra de la legislación mexicana y se han sumado al rechazo a la censura.
Por eso no extraña que ayer, el Presidente aprovechara una fecha tan importante en el calendario cívico y político para responder en su discurso a las críticas que han tachado a su gobierno de censor contra la libertad de expresión en internet. Como tampoco sorprendió su alusión al diálogo epistolar que su gobierno ha iniciado con un personaje internacional como el cineasta Cuarón, recién galardonado con el Oscar como Mejor Director.
Los comentarios de Peña sobre un “gobierno que escucha y dialoga” y que busca acuerdos con las fuerzas y actores políticos, son en referencia directa a Cuarón y sus 10 preguntas sobre la reforma energética que fueron respondidas en un comunicado del gobierno federal la semana pasada. “Somos un gobierno que escucha y considera el sentir de la población”, dijo el mandatario.
Con lo que no contaba el Presidente es que con que ayer, casi al mismo tiempo en el que el pronunciaba su discurso, Alfonso Cuarón agradecía la respuesta a sus preguntas pero pedía, para ampliar la información a la población sobre las nuevas leyes energéticas, que se realizarán tres debates públicos en los que participaran secretarios de Estado y personajes y especialistas de la sociedad civil para discutir los argumentos del gobierno y los de quienes critican la reforma.
A eso ya no aludió ayer el Presidente en Puebla, pero a juzgar por el apoyo que han despertado las cartas y desplegados del cineasta mexicano en la opinión pública tendrá que haber también otra respuesta de Los Pinos a la petición de debate hecha por Cuarón. Peña Nieto ya dijo que su gobierno “escucha y dialoga”, también que busca acuerdos con los actores políticos; la pregunta ahora es ¿este gobierno también acepta el debate?
NOTAS INDISCRETAS… Envalentonado por cumplir dos años de cobrar como gobernador de Michoacán -que no necesariamente de ejercer como tal- Fausto Vallejo se aventó ayer la puntada de decir que su estado es “seguro” y hasta se atrevió a agregar que la entidad michoacana “es más segura que otros estados como Tamaulipas, Morelos, Veracruz, Jalisco y el Estado de México”.
Habrá que ver qué le responden sus colegas gobernadores de esos estados, pero está claro que con el territorio estatal tomado por las fuerzas federales y con autodefensas de ciudadanos armados cuidando sus pueblos de los narcos, cualquier gobernador se siente seguro, y aunque algunas cosas han mejorado en Michoacán tras casi un año de la toma federal, para todos, michoacanos o no, es claro que nada de eso es mérito de Fausto Vallejo. Una de dos, o su avanzada edad y deteriorada salud ya le provocan desvaríos al que cobra como gobernador en Morelia o a este Fausto ya lo perdimos y vive en otra dimensión… Se baten los dados. Cayó Serpiente.