Cero y van dos veces que la inefable Chayito pone en aprietos políticos a su jefe, y en ambos casos frente al PAN, apuntan los observadores.
La primera fue cuando la señora Robles metió la mano -y luego las patitas- para operar electoralmente los programas sociales de la Secretaría de Desarrollo Social en favor de los candidatos priistas en algunos comicios locales del año 2013, particularmente en el estado de Veracruz, lo que provocó que el PAN amenazara al PRI y al presidente Enrique Peña Nieto con abandonar el Pacto por México.
Aquella sandez de la secretaria Rosario Robles obligó a que el PRI-Gobierno firmara el famoso adendum al Pacto, comprometiéndose a portarse bien y a no utilizar el presupuesto federal para comprar votos.
Y ahora, va de nuevo: La titular de la Sedesol atentó contra los derechos humanos de las mujeres indígenas, al condicionar los apoyos de Oportunidades al número de hijos , y lo único que logró fue que los panistas la denunciaran como heredera legítima de Hitler. ¿Es la señora Robles secretaria de Estado a las órdenes del presidente de la República, o enemiga de su jefe en funciones de Caballo de Troya para serrucharle el piso? Preguntan los observadores.
¡Entiéndanla, entiéndanla! Como no ha podido ni podrá entregar buenas cuentas con la Cruzada Nacional Contra el Hambre, ahora se dedica a regañar a mujeres indígenas -las más pobres entre los 52 millones de mexicanos pobres- para que ya no tengan hijos, porque si tienen más de tres, el Programa Oportunidades no seguirá apoyándolas.
Por lo tanto, la titular de la SEDESOL girará sus apreciables instrucciones a quien corresponda, para que en lo sucesivo las madres -indígenas y no indígenas, pero pobres- se encomienden al santo de su devoción para que ellas y sus chilpayates no mueran de hambre, porque del presupuesto de la señito no obtendrán ni un taco de frijoles con chile. ¿Ni en las fondas que instaló Amá?
Y eso que la madame en cuestión decía que su función en el gobierno de Enrique Peña Nieto era representar la visión de izquierda. (Aunque nunca aclaró si de la izquierda unida o de la izquierda fracturada)
¡Que agradezcan las madres indígenas de más de tres hijos, que Chayito no las amenazó con mandarlas al paredón! Pues poco faltó porque ayer, en un evento en Tlapa de Comonfort, Guerrero, la titular de la Sedesol, luciendo un collar de calaveritas según los malosos, pidió que levantaran la manita “todas las mujeres que están en Oportunidades…”, y por temor a la legítima heredera de Hitler (panistas dixit), la escondieron. ¡Cualquiera, cualquiera hubiera hecho lo mismo!
Los observadores preguntan: ¿Qué estará esperando su jefe para deshacerse de ella? ¿Qué se tropiece tres veces?
AGENDA PREVIA
¡Qué poca memoria la del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas!
Sin morderse la lengua dijo el “líder moral” del PRD que en su partido soplan “vientos de fractura”, y se quedó tan tranquilo.
Ya olvidó uno de los fundadores del partido de las tribus que, al fracasar en su cuarto intento para agandallarse la candidatura presidencial perredista en el año 2006, no dudó ni un minuto en hacerle el vacío al mesías tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, que fue el candidato del PRD, pero que tuvo que remar a contracorriente por la grave fractura que el hoy desmemoriado ingeniero provocó en las filas de la izquierda.
En 2006 Cárdenas hizo el berrinche de su vida y no apoyó con su presencia ni uno solo de los actos de campaña de AMLO, a quien le hicieron falta los miles de votos -ni siquiera muchos- que hubiese podido atraer el ingeniero para reforzar la batalla del tabasqueño contra el candidato panista, Felipe Calderón, que al final se llevó el apretadísimo triunfo “haiga sido como haiga sido”.
¡Menos desmemoria y más congruencia, inge! Usted no tiene derecho a quejarse de las fracturas perredistas… a menos que quiera ser una segunda versión, corregida y aumentada, del burro hablando de orejas.