No hay muchas dudas entre los especialistas en torno a la recuperación del crecimiento en este 2014. Prácticamente todos los analistas coinciden en que la economía crecerá en este año a una tasa superior al 1.1% que se tuvo en 2013.

 

La pregunta que está generando todo tipo de respuestas es ¿a partir de cuándo y a qué velocidad veremos la recuperación de la economía en este año?

 

El gobierno ha insistido en los últimos días en que la recuperación económica ya está en marcha y que los diversos indicadores que se publican así lo muestran.

 

El Presidente de la República ha usado sus discursos recientes para ratificarlo. Ayer mismo, la Secretaría de Hacienda -por si hacía falta una muestra más convincente de su postura- emitió un boletín de prensa bajo el sugerente título de “Tres datos económicos publicados hoy confirman la tendencia positiva de la economía mexicana”, en el que reitera que el dato de la producción industrial de marzo, así como el del empleo del IMSS durante abril y las ventas comerciales que publica la ANTAD para abril, son una muestra de “una evolución económica en la dirección correcta”.

 

Pero el gobierno parece estar solo en su opinión. Y es que los economistas del sector privado, incluso la Junta de Gobierno del Banco de México, han sido mucho más cautelosos para afirmar categóricamente -con las mismas cifras- que la economía mexicana ya está viviendo una vigorosa recuperación.

 

Por ejemplo, los economistas de Banamex escribieron ayer a propósito del dato de producción industrial a marzo: “La tasa de crecimiento anual de la producción industrial repuntó con fuerza en marzo, aunque por debajo de nuestra previsión y levemente superior a lo esperado por el consenso. Desde nuestra perspectiva, el resultado fue negativo, ya que la alta tasa anual se vio favorecida por el efecto del calendario de la Semana Santa -que implicó más días laborables en marzo de este año que en marzo de 2013. Al sustraer este factor, utilizando la serie ajustada por el calendario y estacionalidad, la producción industrial se contrajo 0.2% a tasa anual, como resultado de un cambio mensual ligeramente negativo”.

 

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado ha opinado en las últimas semanas en el mismo sentido de que la recuperación es todavía una promesa. Incluso economistas independientes, como Jonathan Heath, cuestionan que los resultados de las ventas de las tiendas de autoservicios y departamentales de abril sean una muestra de la recuperación de la economía. Todo lo contrario, dicen, y ratifican que la economía está estancada.

 

Entonces, ¿qué es lo que está pasando? ¿Por qué el gobierno insiste en un discurso que no comparten los economistas del sector privado? ¿Y por qué los analistas privados ven aún negro el panorama de la recuperación?

 

Mi opinión es la siguiente:

 

Primero.- Si bien los indicadores económicos conocidos son menos malos que los del año pasado, aún no son suficientemente sólidos como para afirmar que la recuperación está en marcha.

 

Segundo.- Derivada de la reforma fiscal y otras más, el sector privado organizado está librando una batalla pública para que el gobierno enmiende algunas de sus decisiones de política económica.

 

Tercero.- Al gobierno le urge cambiar el clima negativo que existe sobre la marcha de la economía (vea la encuesta que ayer publicó Excélsior) para facilitar el tránsito de las reformas en el Congreso -que tiene detenidas las inversiones- y porque se acortan los tiempos hacia las elecciones intermedias de 2015.

 

Cuarto.- Esta y la próxima semana serán claves para vislumbrar con mayor claridad el cuándo y la velocidad de la recuperación mexicana, ya que se darán a conocer datos como la producción industrial de EU a abril (jueves), los permisos de construcción de casas nuevas en EU (viernes) y el PIB al primer trimestre en México (el próximo viernes 23).