Bajo la cúpula neobizantina revestida de oro, distintiva del número 40 del Boulevard Haussmann, en París, continúa una de las grandes historias colectivas de la moda en la capital francesa; manteniendo no sólo un icono inconfundible de estilo de vida, sino también renovándolo, expandiéndolo a nuevas propuestas que siguen entusiasmando a los parisinos y al mundo entero.

 

Se trata de las Galerías Lafayette, la tienda departamental que desde hace más de un siglo tomó el riesgo, con mucho éxito, de la “democratización de la moda”, permitiendo que una amplia clientela tuviera acceso a las tendencias de temporada, a precios accesibles y con el manejo de marcas exclusivas.

 

Por otro lado fue parte de un reajuste significativo en el rol de la mujer de inicios del siglo XX, abriendo la oportunidad de un trabajo remunerado para muchas parisinas, incluyendo la oportunidad de un ascenso laboral y social.

 

La tienda sigue siendo uno de los grandes atractivos para quienes visitan París, incluyendo a las celebridades. En la primera mitad del siglo pasado era el segundo momento parisino más visitado, después de la Torre Eiffel. La Duquesa de Windsor, la esposa del Aga Khan o la de Nikita Kruschev han sido algunas de las damas famosas que han estado en ella.

 

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